Tras el operativo desplegado este domingo en el aeropuerto internacional de Ezeiza para detectar una supuesta bomba en un vuelo con destino a Estados Unidos, y luego de que el resultado diera "negativo", finalmente el avión partió con más de 9 horas de retraso.
El vuelo AR 1304, en un Airbus 330-200 con 270 pasajeros y 12 tripulantes, que tenía previsto partir a Miami a las 7:30, debió ser reprogramado luego de que el personal de tierra de la empresa Aerolíneas Argentinas recibiera una amenaza de bomba vía telefónica.
Los pasajeros y el personal de la compañía fueron desembarcados, en primera instancia en la zona y luego trasladados a la puerta 22, donde quedaron a la espera de lo que sucedía con la aeronave.
La Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) activó los protocolos de seguridad y el avión fue ubicado en el puesto Zulú Víctor Hotel del aeropuerto para una revisión exhaustiva, que comprendió el interior de la cabina, la bodega y cada uno de los equipajes.
Tras comprobarse que se trataba de una falsa alarma, el avión quedó liberado y el vuelo reprogramado para horas de la tarde. Finalmente la aeronave despegó a las 16.30, luego de que fuera movida hacia la puerta de embarque, y recibiera las tareas de limpieza y carga de nuevo catering.
En el hecho intervino el juez Federico Villena del Juzgado Federal de Lomas de Zamora, quien supervisó el operativo de la PSA.
Falsas alarmas
No es la primera vez que ocurre una falsa amenaza de bomba que obliga a desplegar los protocolos de seguridad, con las consecuentes complicaciones para los pasajeros.
En julio del 2022, un llamado telefónico a Aerolíneas Argentinas alertó sobre una presunta bomba en el vuelo AR 1882, que transportaba 169 pasajeros y 6 tripulantes. La aeronave había partido cerca de las 5 de la mañana desde Aeroparque y se dirigía a Ushuaia, pero tuvo que ser desviada a las 7.40 de manera preventiva al aeropuerto de Comodoro.
El avión fue dirigido a la cabecera Este 25 del aeródromo, donde se encontraba el personal de Explosivos de la Policía de la Provincia de Chubut, Bomberos, trabajadores de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), empleados de rampa de Aerolíneas Argentinas y efectivos de la PSA; quienes tras comprobar que no había ningún elemento peligroso en la aeronave, ésta continuó con su viaje hacia Ushuaia.
A mediados del mes de septiembre del mismo año, un pasajero que iba a viajar desde Aeroparque a Tucumán en un vuelo de la misma empresa, se molestó por una situación en el momento de realizar el pre embarque y manifestó a viva voz: "Despaché una bomba en la valija", lo que obligó a activar el protocolo de seguridad y evacuar la aeronave para su revisión exhaustiva.
Una vez que se determinó que todo se trataba de una falsa alarma, el avión despegó hacia su destino. En tanto, el pasajero fue detenido y debió enfrentar las consecuencias judiciales, además de no poder volver a volar de por vida en cualquier empresa designada por el Estado argentino para realizar servicios internacionales.
En junio de 2022, una mujer entró al aeropuerto de Mendoza y dijo que tenía una bomba en la valija. Aunque también resultó ser una falsa alarma, el hecho generó que se activara el protocolo por amenazas, la evacuación del edificio, la cancelación de varios vuelos durante 45 minutos, así como demoras en los arribos y las partidas.