Se puede luchar por los derechos de las mujeres con el cuerpo en las calles, pero otra vía para hacerlo es la militancia a través del arte. Gabriela Toledo, ilustradora digital de San Luis, lo viene haciendo desde hace doce años. A partir del concurso que la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) organizó en 2021 para ilustrar su anuario, la artista encontró una gran oportunidad para cruzar arte, militancia y perspectiva de género en un mismo proyecto. Este lunes se presentará el resultado de aquella convocatoria en la “Muestra Colectiva de Ilustradoras Feministas. Género y Derechos Humanos”, que cuenta con la promoción de la diputada nacional Gisela Marziotta y la APDH, y se podrá visitar los días hábiles, de 8 a 20, en la planta baja del Anexo “A” de la Cámara de Diputados de la Nación (Av. Rivadavia 1841).
La exposición está compuesta por creaciones de más de veinte artistas de todo el país que, con miradas muy diversas, retrataron los distintos temas y problemáticas que atravesaron al movimiento de mujeres y disidencias en los últimos tiempos. “Llevo doce años militando en esta temática, buscando la igualdad de géneros y, en especial, la igualdad de oportunidades. También me ha tocado acompañar a algunas mujeres, así que lo he vivido bien desde la calle”, explica Toledo en diálogo con Página/12.
Cuando empezó a crear la ilustración que obtuvo el primer premio en aquel concurso, estaba en pleno auge la lucha por la legalización del aborto: “Así surgió la combinación de esos dos colores: el violeta representa la no violencia y el verde simboliza la lucha por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito”. La ilustradora menciona la palabra “marea” y pone énfasis en la idea de esa “lucha colectiva manifestada a través del humo, porque vos vas a cualquiera de estas marchas y lo primero que ves es el humo, eso fue uniendo y generando símbolos”. Según Toledo, el movimiento ha logrado trascender la lucha en las calles para llevarla a otras disciplinas como el arte. “Las mujeres fuimos ganando espacios, y en ese acto nuestros derechos se expanden y se sostienen; me gusta hacer hincapié en ese sostener”, subraya.
Toledo identifica a la APDH como “el máximo exponente hoy en día en cuestiones de derechos humanos” y celebra “esta convocatoria para propiciar espacios de intercambio”. Otro de los focos importantes en esta iniciativa es ese intercambio de saberes, disciplinas, lenguajes, experiencias, miradas y perspectivas, porque en la muestra confluyen más de veinte artistas “con otras realidades y otros derechos adquiridos o por conquistar”. Además, la ilustradora remarcó que el acto de cierre está programado un día antes del 3 de junio, una fecha sumamente relevante para el movimiento feminista porque desde el 2015 se dedica esa jornada a reflexionar sobre el compromiso con la construcción de un movimiento transversal para combatir la violencia contra las mujeres por razones de género, al grito de “Ni Una Menos”.
Además de los tonos verdes y violetas, en la ilustración de Toledo aparece la cúpula del Congreso de la Nación de fondo, un caballo de calesita y los fragmentos de un rostro: un ojo delineado con pestañas tupidas y unos labios prominentes pintados con glitter. Cuando se le consulta por la simbología de estos elementos, explica: “Quise hacer un abordaje sobre lo generacional, porque a veces centramos la lucha en el segmento de las mujeres jóvenes, pero me parece que está faltando ahondar un poco más en las vejeces y en las niñeces, entonces la idea fue poder interpelar a quien se pare a mirar esa ilustración. La mujer también es pequeñita y vieja, con todo lo que implica llegar a ser hoy un adulto mayor y los espacios que tienen en la sociedad”.
La muestra aborda temáticas muy complejas como la violencia de género, los crímenes de odio, la violencia sexual, los derechos de las mujeres originarias o la trata, entre otros. Todos esos ejes adquieren sentidos particulares a partir de la mirada de cada artista. “Además de la cuestión generacional, en este trabajo están presentes las distintas maneras que elegimos para vivir. En lo colectivo está la riqueza. Creo que en las expresiones más urbanas como las marchas o las manifestaciones muchas veces resulta difícil lograr una permeabilidad a la deconstrucción, entonces me parece que hay otros caminos que pueden ir filtrándose y llenando esos espacios de una mayor resistencia: uno de ellos es el arte”.
Consultada sobre la importancia del federalismo en este tipo de propuestas –habrá obras de artistas de Catamarca, Mendoza, Tucumán, Buenos Aires y CABA– Toledo declara: “Para mí eso es fabuloso, porque uno de los grandes cimientos de la lucha feminista es la desigualdad estructural que tenemos, y una de las grandes preguntas a responder es cómo estamos las mujeres del interior frente a las de Capital Federal. Creo que hay una desigualdad estructural muy importante, y eso también se ve entre los pueblos y las capitales. En esos caminos deberíamos ahondar para ver de qué manera podemos articular, enriquecernos, fortalecernos y generar nuevos derechos”. La artista puntana invita a “ir abiertos para ser interpelados en los comportamientos diarios y poder construir una sociedad mucho más igualitaria”.
*La Muestra Colectiva de Ilustradoras Feministas podrá visitarse en la planta baja del Anexo “A” de la Cámara de Diputados de la Nación (Av. Rivadavia 1841). El acto de cierre se llevará a cabo el viernes 2 de junio a las 18.