La Secretaría de Comercio actualizó nuevamente los precios de referencia de la harina común 000 y en el Gobierno analizan qué impacto podría tener en la suba de precios en panaderías. Hay, de hecho, una mesa sectorial para ver el tema, en el marco de un reacomodamiento del precio de la harina mayorista en línea con la inflación. Lo más probable, de todos modos, es que el incremento que se verá en la bolsa de 25 kilos, insumo central de las panaderías, tenga algún impacto porque esa bolsa empezará a cotizar ahora en 1991 pesos. El problema es que en un escenario inflacionario muy complejo, el pan ya habia tenido una suba importante el mes pasado.
La información del alza mayorista fue confirmada ayer por medio de la Resolución 502/2023 publicada en el Boletín Oficial, en el marco del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA), y representa una suba de 6,01 por ciento respecto del último aumento oficial, aplicado a mediados de abril último.
Con la autorización publicada en las últimas horas, el valor de la tonelada de harina ascendió a 78.146,75 pesos y representa una variación acumulada del 25,1% para los primeros cinco meses de 2023 y de 65,9 interanual, si se lo compara a los valores de mayo de 2022.
Esa suba interanual es menor que la inflación de los últimos 12 meses, que ascendió al 108,8 por ciento. Esto se debe a la puesta en marcha del FETA, que fue creado en marzo del año pasado para contener "el aumento sostenido del precio de los alimentos" hechos con trigo, maíz, girasol y derivados, a partir de la guerra entre Rusia y Ucrania.
¿Habrá nuevo precio?
Lo que se espera es que haya una suba del pan, que tras la anterior actualización de los precios de referencia de la harina en abril elevó a un promedio de 600 pesos el kilo en panaderías y comercios donde estas distribuyen.
Resta saber de cuánto terminará siendo ese aumento, ya que los valores que treparon son sin impuestos a la salida del molino y sin costos de entrega. Para calcular el impacto que tendrán en los precios minoristas se deberá tener en cuenta la incorporación de costos logísticos, flete, y gastos de acopio y distribución.
Es decir que los precios que llegarán a los fabricantes serán mayores que el 6,01 por ciento fijado de manera oficial.
La resolución de la cartera que conduce Matías Tombolini indica que fue “necesario aumentar la oferta de la harina con compensación en el mercado”, así como también “actualizar sus valores para que sean consecuentes con la evolución del resto de los componentes del costo de los productos derivados de la harina de trigo".
A la vez, explicó la cartera de Comercio que la actualización de los precios se determina de manera mensual en base a los siguientes parámetros:
- 40 por ciento de la Variación Mensual del Valor FAS Teórico promedio en pesos determinado por la Secretaría de Agricultura del mes inmediato anterior al que se calcula la compensación.
- 30 por ciento de Variación Mensual del Índice de Precio Mayorista (IPIM) del último mes disponible en la página web del INDEC.
- 30 por ciento de la Variación mensual del Índice de Salarios publicado por el INDEC del último mes disponible.
- En caso de que la fórmula arroje un valor inferior al 1 por ciento, el mínimo de ajuste mensual será de ese porcentaje.
El IPC de mayo
En este contexto, la suba preocupa en el marco de una inflación creciente que tiene al rubro alimentos y bebidas liderando las alzas.
Según fuentes oficiales, el IPC de mayo estará en torno a 8,5 o 9 por ciento, por encima del 8,4 de abril, que ya había reportado una suba fuerte contra el 7,7 de marzo.
En este escenario, el Gobierno quedó obligado a buscar la manera de ponerle un coto a la suba de precios de los alimentos, y el pan es insumo central en esa canasta.