Desde Santa Fe
El gobierno de Omar Perotti vinculó las operaciones para meter miedo en Rosario con el año electoral. Es una "campaña nefasta" para generar "temor y caos". "Estas cosas no ocurren solas”, dijo el ministro de Gestión Pública Marcos Corach, al asociar la “circulación masiva e intencionada de audios y mensajes falsos” de la semana pasada con las amenazas que siguieron ayer a las escuelas en el microcentro rosarino, como si fueran parte del “mismo plan” “Esto no es obra de un loquito suelto” o de un “lunático que opera en una habitación”. “Acá hay alguien más que piensa, financia y viraliza” este montaje y “eso es un delito que afecta a toda la sociedad”. “Esperamos que el Ministerio Público de la Acusación –que ya investiga de oficio- revele “quién o quiénes están detrás de este armado siniestro”, advirtió.
Ya el viernes, Corach había ponderado la decisión de la fiscal Valeria Haurigot de investigar “la circulación masiva e intencionada de audios y mensajes falsos” en el barrio La Cerámica de Rosario, con el “objetivo” –alertó el ministro- de “generar brotes de desestabilización social”. “El hecho de que la justicia haya actuado rápidamente es trascendente para determinar si detrás de esta operación existen intereses oscuros que busquen obtener algún tipo de rédito” en las elecciones.
“Falsos toques de queda, videos de tiroteos ocurridos a miles de kilómetros y mensajes anunciando el caos parecen parte del mismo plan. La justicia ya los investiga y toda la sociedad santafesina espera saber quién o quiénes están detrás de este siniestro armado. La sincronización del montaje con las intimidaciones públicas (a las escuelas) parece la respuesta a la decisión del gobernador Perotti de cortar los vínculos del Estado con el delito. Ya actúan los fiscales. Ojalá en breve tengamos respuestas”, agregó.
Ayer, Corach volvió a vincular los últimos hechos en Rosario con el año electoral. “Es muy bueno que se haya iniciado una investigación del MPA de oficio. Es una señal importante. Porque la verdad necesita ser revelada. Como dice el gobernador, el silencio es el mejor aliado del delito y es la justicia la que debe poner fin a esta campaña nefasta”,
“No es casual que haya intereses ocultos que buscan generar caos y temor en este momento. La operación es de tan baja estofa que algunos advierten rápidamente que (los audios y mensajes falsos) son mentiras. Pero el problema es que mucha gente cae en el plan de quienes lucran con esa desgracia”, dijo Corach y mencionó: “los mensajes del toque de queda, videos de tiroteos que ocurrieron hace años en otros países o cadenas de WhatsApp que anuncian próximos enfrentamientos y otras mentiras que circulan en la web y que incluso tuvieron espacio en algunos medios masivos”.
“Estas cosas no ocurren solas”, alertó. Detrás de las operaciones, “no hay un lunático que esté solo encerrado en una habitación. Hay alguien más que las piensa, las financia, las viraliza y eso es un delito que afecta a toda la sociedad”.
“Claramente hay una operación montada” para meter miedo en Rosario. “Así pasó en Brasil, cuando Jair Bolsonaro contrató una empresa europea para que pudiera hacer lo mismo”. Y en la provincia, en la campaña electoral de 2021, “también sufrimos las amenazas a las estaciones de servicio en Rosario” antes de las elecciones de medio término.
“Es una operación”, insistió. Por ahora, “no tengo pruebas que nos indiquen a los responsables, pero si las tuviera no dudaría ni un instante en sumarlas” a la causa judicial. La provincia aportará toda su “colaboración” para que la pesquisa avance. “Todo el aporte que podamos a hacer, lo vamos a hacer”.
La fiscal Haurigot solicitó a la Agencia de Investigación Criminal todo el material que estuviese disponible para investigar los hechos. “Lo que tenemos hasta ahora son las llamadas que se recibieron en el 911, los videos que se viralizaron, están a disposición y se aportarán a la causa”, señaló Corach.
-¿Quién puede estar atrás de esta campaña? –le preguntó un colega de Aire de Santa Fe
-Sería muy irresponsable de mi parte decir quién o quiénes pueden ser, sin contar con pruebas de los hechos –contestó el ministro. Lo que no puedo dejar de pensar es la oportunidad de la campaña, en un año electoral. No tengo pruebas que me indique a un responsable, si las tuviera no dudaría un instante en sumarla a la denuncia. Pero no puedo dejar de pensar, sospechar y vincular todo esto con el año electoral. No es casual que haya intereses ocultos que buscan generar caos y temor en este momento –concluyó.