La Unidad Fiscal integrada por Mónica Poma, Leandro Flores y Gabriel González, prorrogó por cuatro meses más la investigación del femicidio de Jimena Salas. Mientras tanto, la madre de los tres imputados, Ana María Simón, realizó una protesta en la Ciudad Judicial para denunciar presuntas irregularidades en la causa y reclamar justicia por sus hijos, asegurando que son inocentes.
Simón informó que exigen una contraprueba de ADN para Javier Saavedra, pedido que ya fue denegado. Saavedra se encuentra con prisión preventiva en la Alcaidía, mientras que sus hermanos obtuvieron la domiciliaria. En los análisis realizados por el Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), su perfil genético resultó idéntico con el encontrado en la escena del crimen de Salas el pasado 27 de enero de 2017 y que permanecía sin identifica, identicicado a los fines de los estudios como Hombre 1.
El abogado de la querella, Pedro Arancibia, que representa al marido de Salas, Nicolás Cajal Gauffín, informó en el programa Noticia Criminis que la Fiscalía prorrogó por cuatro meses más la investigación. "Me imagino que se terminarán de realizar los informes periciales, sobre todo las pericias informáticas que son las que más tiempo están llevando sobre los elementos que se encontraron en la casa de los hermanos Saavedra: teléfonos y dispositivos electrónicos. En cuatro meses veremos qué decide la Fiscalía, si requiere el juicio o algún pedido de prórroga excepcional", dijo el querellante.
En la primera semana de mayo el juez del Tribunal de Impugnación, Eduardo Barrionuevo, concedió el arresto domiciliario a Adrián Guillermo Saavedra, mientras que la jueza de Garantías, Ada Zunino, se la otorgó a Carlos Damián Saavedra.
"Desde el 20 de septiembre del año pasado mis tres hijos Damián, Guillermo, Javier Nicolás, están privados injustamente de su libertad", dijo Ana María Simón en el marco de la protesta que realizó el miércoles en la Ciudad Judicial.
El año pasado el Ministerio Público Fiscal de Salta informó que en los estudios se encontró compatibilidad entre el ADN de Javier y uno de los perfiles genéticos en la escena del crimen; ese perfil se había denominado Hombre 1, y fue identificado en 14 muestras recogidas de la vivienda de Salas y de la remera de una de las pequeñas hijas de la víctima.
La defensa de los tres imputados es ejercida por los abogados Marcelo Arancibia, padre e hijo. En un primer momento presentaron como perita de parte a la genetista Alejandra Visich. Esta profesional consideró correcto el resultado al que llegó el Ministerio Público Fiscal. Sin embargo, la genetista ahora es cuestionada por la madre de los acusados.
El caniche
El abogado querellante Pedro Arancibia reveló en una entrevista en Radio Nacional, que detalles de fotografías que sacaron, la propia víctima antes de ser ultimada y una vecina a la que los presuntos responsables del crimen habrían contactado con la excusa de buscar al dueño de un perro caniche, tienen coincidencias con otra imagen que publicó en redes sociales la novia de Javier Saavedra tiempo antes del femicidio. Estas fotografías demostrarían que el caniche que se exhibió como perdido era en realidad de Saavedra o de su entorno.
Consultada al respecto, Simón dijo que "es un papelón acusar a tres personas por un perro caniche toy, que vos ves un perro de la misma raza y son exactamente iguales".
La mujer dijo que desde la Fiscalía tampoco se ha llamado a la vecina que tomó una foto de quien podría resultar el asesino de Salas y que vio su rostro. "Nunca llamaron a esta vecina que una semana antes tomó la foto del supuesto asesino. Nunca la llamaron a declarar", expresó y denunció que en el proceso hay "muchas irregularidades".
Los autos
El querellante sostiene que hay otras evidencias. Después de la detención de los hermanos Saavedra, explicó que por decisión del procurador general Pedro García Castiella "volvió a operar un grupo de investigación" que estuvo al principio de la causa y al que se sumaron otros investigadores.
Este grupo llegó a los acusados porque supuestamente tenían información referida que "se dedicaban al trabajo delictivo" pero "nunca los habían detenido". Cuando fueron a su domicilio, encontraron "dos vehículos" que "son exactamente de las características que se vieron en los primeros tiempos de la investigación", señaló el abogado querellante. “Principalmente, de las cámaras de seguridad (...) se concluye la presencia de vehículos de propiedad de los imputados Carlos Damián Saavedra y Adrián Guillermo Saavedra, ahora secuestrados, situados en las inmediaciones del lugar del hecho, en día y hora precisa”, señaló el Ministerio Público Fiscal.
"Cuando mis hijos estaban reconociendo las fotografías de los supuestos autos, la propia fiscal Poma, le dijo a mi hijo, 'no, no tienen nada que ver'. Hace siete meses tienen los autos estacionados, ¿qué, no se han dado cuenta que no tienen nada que ver?", cuestionó Simón. La mujer aseguró que las características de los vehículos "no coinciden con los tomados por las cámaras de seguridad en las inmediaciones de la casa de Jimena Salas", ni en el "modelo ni color".
Los GPS
"En el allanamiento se adueñaron de todos los celulares, no solamente de mi hijo sino los de toda la familia. Que digan qué han encontrado en los celulares", manifestó Simón.
En el marco de la investigación se solicitó un rastreo satelital por Google Maps. "El GPS de los celulares de mis hijos (los ubica) a kilómetros de distancia del lugar de los hechos", aseguró la madre. Además, dijo que esa prueba ya fue presentada por sus defensores y las fotos de los lugares donde el GPS señala que estuvo cada uno de los acusados, y sostuvo que es un dato imposible de modificar, y recriminó: "A las pruebas fehacientes que tienen que ver no las ven".
La madre indicó que el día y horario en que fue asesinada Salas, su hijo Javier estuvo en el barrio Floresta organizando un festival. "Hay fotos donde él está acomodando sillas, escenarios. El GPS determina que al mediodía fue a la casa a almorzar, (indica) la hora, el día, el lugar. Estuvo el celular de mi hijo en casa, por ende, mi hijo en casa. Después de comer se traslada a la plaza del barrio Belgrano a hacer pasear a Bonis, que dicen que es la perrita del asesino. En ese momento le manda el video a la exnovia, estando él en la plaza, eso está presentado. El GPS lo vuelve a situar en Floresta para terminar de organizar el festival", detalló.
Por otro lado, indicó que su otro hijo, Adrián Guillermo. estuvo trabajando todo el día en Aguas del Norte, y que presentó la planilla de asistencia al trabajo de esa fecha como prueba, que entró a trabajar a las 6 de la mañana y salió de noche. "Se presentó el GPS de la camioneta donde trabajaba", añadió Simón. También aseguró que esos datos no se pueden falsificar y son provistos por la propia empresa. Respecto a Carlos Damián, dijo que el GPS lo ubica en su casa del barrio Belgrano.
"Voy a ir por el jefe de la División de Homicidios del CIF, el señor Pedro David Añazgo. Le voy a demostrar con pruebas la tremenda macana que se han mandado con mis hijos (...). Necesito justicia urgente, para semejante atropello, ocho meses es una eternidad para 3 personas inocentes que estén privadas de su libertad. Exijo justicia para mi hijo Javier que sigue en la Alcaidía. Bastantes pruebas hemos presentado, no dan respuestas, no escuchan, ya no tenemos más paciencia. Ya no nos calla nadie", sostuvo Simón.
Voluntario en el Chaco salteño
Javier fue detenido en Santa Victoria Este, donde se encontraba como voluntario en la congregación de curas franciscanos. Simón explicó que su hijo estudiaba Trabajo Social en la Universidad Católica de Salta y se fue al Chaco salteño por vocación y no para huir. Dijo que primero colaboraba con la organización Pata Pila, después con los franciscanos, que cuando ocurrieron las inundaciones del río Pilcomayo le pidieron que fuera allí "donde necesitaban voluntarios". "No se escapaba de nada, tenía la frontera cruzando la calle", afirmó.
La madre indicó que Javier trabajó con Verónica Figueroa, que fue funcionaria municipal y provincial, hasta que renunció al cargo, y luego siguió como voluntario con los franciscanos. La exministra fue citada a declarar como testiga en la causa.
"Ellos (lxs fiscales) hablan del pasaporte de mi hijo, lo tiene desde el 2012, lo sacó porque estudiaba en el instituto de inglés, era brillante alumno, siempre las profesoras de los diferentes cursos lo postulaban para viajar a Estados Unidos por la beca que daban", explicó Simón. "Nunca hizo uso del pasaporte para huir. Tenía la frontera al Paraguay y la frontera boliviana. Él estaba en ese lugar siguiendo su vocación. Lo que no hace el gobierno, el voluntariado lo hace y así le pagan", manifestó.
Torturas
La madre dijo que Javier fue torturado desde que lo detuvieron. "No sabés lo que ha sido para una madre ver la cara de su hijo golpeado, maltratado, los labios ensangrentados de los golpes. A Javier desde que lo han detenido hasta que llegó acá (a la Ciudad Judicial) no han parado de golpearlo".
"Él me cuenta que 24 horas lo tuvieron golpeando en el camino a Salta y cuando llegó acá, pensaba que llegó a un lugar seguro pero dentro de la oficina del CIF donde tendrían que haberlo protegido lo siguieron golpeando, maltratando hasta más no poder", sostuvo Simón. Consideró que "los fiscales ordenan eso pero no dan la cara. ¿Quién estaba ahí?, Pedro David Añazgo, ordenando todo, que se incrimine", señaló, y añadió que este investigador le habría dicho a su hijo que no denunciara las golpizas.
Por esa situación los abogados defensores hicieron una denuncia en la Fiscalía de Derechos Humanos. Además, el cura Martín Caserta con el abogado Carlos Romano, realizaron otra denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por vejaciones, apremios ilegales y tortura, y para el control del debido proceso.
"Mi hijo no es ningún monstruo, denunciaba desnutrición en las comunidades originarias del Chaco salteño, denunciaba la mala calidad del agua que estaba envenenando a los niños, los abusos que se cometían con las niñitas en manos de los poderosos, de los hijos del poder, todo eso les molestaba a algunos", manifestó Simón y dijo que fue hasta esa zona para buscar testimonios de las personas con las que colaboraba su hijo.