El matemático argentino Luis Caffarelli, de 74 años, recibió este martes el Premio Abel, considerado el "Nobel" de la disciplina, en Oslo, por parte de la Academia Noruega de Ciencias y Letras, por su trabajo en el área de las ecuaciones diferenciales parciales.
El científico nacido en Buenos Aires en 1948 y actual docente de la Universidad de Texas (Estados Unidos) recibió la distinción en manos del Rey noruego Harald V. "Es un profundo reconocimiento y estoy muy agradecido a la Academia y al Comité", dijo Caffarelli al aceptar la distinción en el Aula Magna de la Facultad de Derecho de la Universidad de Oslo.
En el acto también participaron la titular de la Academia Lise Øvreås y el presidente del Comité del Premio Abel, Helge Holden, además del ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, y el titular noruego de la cartera de Educación e Investigación, Ola Borten.
"Quiero expresar mi profunda gratitud a las instituciones que me apoyaron en la carrera, entre ellos el Colegio Nacional de Buenos Aires y la Universidad de Buenos Aires", planteó el matemático, que a su vez es el primer sudamericano en recibir el premio, y que enumeró a su vez todas las instituciones por donde pasó.
En sus 50 años de carrera, Caffarelli realizó más de 130 colaboraciones y asesoró a más de 30 estudiantes de doctorado. Sus trabajos e ideas aparecen citados en cerca de 19.000 papers y artículos. Ahora, sumó a su trayectoria el premio Abel, que se entrega desde 2002 e incluye 7,5 millones de coronas noruegas (unos 676.500 euros).
"Estuve inspirado por la elegancia de las matemáticas y su capacidad para resolver problemas, con el poder de transformar el mundo como lenguaje universal que son. Espero que estos colectivos continúen teniendo un impacto positivo en la sociedad", subrayó el científico argentino.
Qué son las ecuaciones diferenciales
Las ecuaciones diferenciales son herramientas utilizadas por los científicos para predecir el comportamiento del mundo físico y aparecen como leyes de la naturaleza para describir fenómenos tan diferentes como el fluir del agua o el crecimiento de las poblaciones, precisó la Academia Noruega a través de un comunicado.
Estas ecuaciones fueron objeto constante de estudio desde la época de Isaac Newton. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por parte de numerosos matemáticos durante siglos, las soluciones de algunas de las ecuaciones clave siguen sin resolverse.
Las ecuaciones diferenciales desempeñan un papel de primer orden en numerosas disciplinas, entre las que se incluyen la física, la economía y la biología.
Los aportes de Caffarelli
El trabajo del matemático se refiere en gran parte a asuntos de frontera libre, como el problema del hielo que se derrite en el agua, donde la frontera libre es la fase intermedia entre el agua y el hielo, que es parte de lo desconocido y que está por determinarse.
Caffarelli aportó soluciones esclarecedoras a estos problemas con aplicaciones a las interfases sólido-líquido, a los flujos de chorro y de cavitación, a los flujos de gases y líquidos en materiales porosos, así como a las matemáticas financieras, según se indicó.
“Tiene una fantástica intuición geométrica, puede resolver problemas que la gente no. Sus colegas se sorprenden y se preguntan de dónde salen sus respuestas", expresó el presidente del Comité del Premio Abel, Helge Holden, al entregar el galardón.