La defensa de la familia de Fernando Báez Sosa, el joven asesinado en Villa Gesell tras una golpiza recibida por un grupo de rugbiers a la salida de un boliche en 2020, pidió la misma condena para todos los imputados: cadena perpetua. Al igual que la fiscalía días atrás, apelaron el fallo del Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores que condenó a 15 años de cárcel a tres de los partícipes en el homicidio de Fernando. Los abogados, con Fernando Burlando a la cabeza, consideraron “absurda” la sentencia.
El recurso de apelación fue presentado ante el Tribunal de Casación Penal bonaerense. En él, los letrados que representan a los padres de Fernando, Silvino Báez y María Graciela Sosa, afirmaron que se comprobó la coautoría del crimen de los ocho imputados. Con esta premisa, consideraron que Blas Cinalli, Ayrton Viollaz y Lucas Pertossi no deben ser señalados como partícipes secundarios del crimen.
En el pedido para que Casación revoque la sentencia inicial, Fernando Burlando, Fabián Améndola, Facundo Améndola y Germán Facio, indicaron que los tres rugbiers aprovecharon “el estado de indefensión en el que luego de los dos primeros golpes quedó la víctima, con claras intenciones de acabar con su vida”. En este sentido, el texto asegura que “continuaron formando parte del grupo que agredía a Fernando Báez Sosa en forma brutal y con el inequívoco propósito de llevarse su vida como trofeo".
Sobre la situación de Ayrton Viollaz, los defensores de la familia Baez Sosa dijeron que fue quien "dio la orden para el inicio de la agresión y participó de la misma, en un primer término agrediendo a Fernando y posteriormente a los amigos de la víctima que intentaron auxiliarlo, de esta forma impidiendo cualquier tipo de ayuda a la misma, impidiendo cualquier intento de fuga de Báez Sosa y asegurando de esta forma el resultado muerte".
Respecto a Lucas Pertossi explicaron que, tras el ataque, es quien "envía un audio al grupo de WhatsApp que mantiene con los imputados donde dice 'amigo estoy acá cerca de donde está el pibe y están todos ahí a los gritos, está la policía, llamaron a la ambulancia, caducó". Al referirse a Cinalli, los querellantes destacaron que, "bajo la uña del dedo meñique de la mano izquierda de Fernando, se encontró ADN" suyo, lo que es "una muestra clara de que tuvo contacto directo con la víctima".
Los abogados argumentaron en su presentación que "en base a todo lo expuesto hasta aquí es que consideramos que el Tribunal ha incurrido en arbitrariedad o absurdo en la selección y valoración de la prueba con la que se tiene por acreditada una participación secundaria" de los tres jóvenes cuya condena consistió solamente en 15 años de cárcel. La intención es que reciban la misma pena que Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, junto con Luciano y Ciro Pertossi. Estos cinco fueron condenados a prisión perpetua el pasado 6 de febrero.
El abogado de los ocho rugbiers, Hugo Tomei, también apeló las condenas de sus defendidos. Insistió con distintos planteos de nulidad, pidió que se aplique la figura del "homicidio en riña" para los cinco sentenciados a prisión perpetua y la absolución para los tres que recibieron una pena de 15 años de cárcel.