El 2 de julio del año 2020, en medio del aislamiento preventivo obligado por la pandemia, Osvaldo “Bocón” Frascino murió en una clínica de La Matanza, producto de un prologado problema hepático que lo tenía inscripto en la lista de quienes esperan un trasplante para poder prolongar su vida. Tenía 69 años y encarnaba una especie de mito en la escena rockera argentina.
El lunes, el Teatro Colón fue escenario para un concierto que rindió tributo al disco "Artaud", que cumplirá 50 años es el segundo semestre de este 2023. Adrián Iaies, Deborah Dixon, Sol Liebeskind, Emilio del Guercio y Santiago Arias fueron los protagonistas del homenaje que se transmitió por las redes del Teatro.
En 1973, "Artaud", el primer trabajo pensado en soledad por Luis Alberto Spinetta, salió bajo el nombre de Pescado Rabioso. Las razones son las mismas que, un par de años atrás habían obligado al músico a lanzar un LP (long play) como Almendra cuando el grupo ya no existía: los contratos discográficos. El álbum pasó a la historia por numerosas razones artísticas y estéticas que con el paso del tiempo se descubren como embrionarias para todo lo que siguió en la vida de Spinetta. También por su tapa octogonal, que no entraba en ninguna batea y que pasó a ser una especie de objeto de culto para melómanos y coleccionistas.
“Pescado Rabioso es una idea musical creada en 1971 por Luis Alberto Spinetta. A través de esta idea tocaron en grabaciones y actuaciones los siguientes músicos: Juan Carlos Amaya, Osvaldo Frascino, Carlos Miguel Cutaia y David Oscar Lebón. Los músicos que aparecen en este disco sólo están ligados a la idea Pescado Rabioso por las circunstancias de la grabación y a expreso pedido de Luis Alberto Spinetta”, rezaba el sobre interno de aquel disco en la parte en la que se dejaba al descubierto que Pescado Rabioso había empezado a formar parte del pasado. Gustavo Spinetta, hermano de Luis Alberto, Rodolfo García y Emilio Del Guercio fueron los tres músicos que se turnaron para acompañar al compositor y cantante en ese disco que rindió homenaje al surrealista francés.
En el libro “Crónicas e Iluminaciones”, lanzado originalmente por Editora/12, Eduardo Berti reconstruye la historia del nacimiento de la banda que tuvo como integrantes embrionarios a Spinetta, Amaya, y Frascino, que entonces se hacía cargo del bajo. “Pescado era un trío inspirado en Pappo’s Blues pero diferente”, decía Spinetta. Más adelante, agrega: “El grupo era un erogación, un gasto permanente. Creo que fue una etapa medio punk. Temas como 'El jardinero' donde yo grito como un animal, era casi punks. Tan punks como fueron Los Stones, como fueron Los Who con 'My generation' o Los Beatles con 'Helter Skelter'”.
En ese armado, el aporte de Bocón era esencial. Incluso componiendo parte de los temas más memorables de aquella primera etapa. Algunas de las más rockeras como "Algo flota en la laguna (El monstruo de la laguna)" y "Me gusta ese tajo"; y algunas de las más melódicas, como "Dulce 3 nocturno" y "Mi espíritu se fue".
“Escuchábamos mucho a Deep Purple, Led Zeppelin, Jethro Tull; porque eso era lo que impactaba”, recordó el propio “Bocón”, años más tarde. “Nos gustaba mucho el rock pesado, fijate que Luis en Pescado empieza a riffear, esa era la base de Pescado, al estilo de Led Zeppelin”, advertía en una entrevista con la revista Recorplay.
Frascino venía del Oeste, una zona que siempre supo imprimir su marca registrada en el sonido más crudo de la historia rockera autóctona. Él mismo lo describe muy bien en una entrevista con el sitio digital especializado en cultura rock, Intersticios. Allí cuenta: “Nosotros éramos pibes distintos. Los de Capital eran más intelectuales y los del Oeste éramos más de barrio. Había esa diferencia, se notaba mucho en esa época. Cuando íbamos al Centro, ya por la forma de ser, te sacaban la ficha de que eras del Conurbano”.
En esa mima nota cuenta que cuando con su grupo de amigos empezaron a frecuentar el centro de Ramos Mejía, a mediados de los sesenta, en la zona ya había bandas que podían considerarse “legendarias”. “Grupos de la generación anterior que venían con la onda rock & roll de Elvis Presley y demás, ellos iban a bailar a los clubes, y cada lugar, ya sea Ramos, Morón, Flores o San Justo; tenían su propia banda”, describe. “Esos eran ‘los machos’, que salían a pelearse, con manoplas, con fierros, sevillanas. Los Gallos de Morón eran re pesados, en Ramos estaba el Indio o Cachito en Lomas. Si ibas a un lugar donde estaba otra banda, tenías que portarte bien porque era pesada la mano”, cuenta Frascino en esa charla en la que nombra a grupos embrionarios como Los Búhos, una banda de la por entonces denominada música beat que alcanzó su nivel de actividad más popular durante los primeros sesenta.
“Recuerdo que era todo tan rudimentario que al amplificador le ponían un ventilador para que no se prendiese fuego. Ellos hacían los primeros temas de los Beatles. Ese amor por el rock se fue transmitiendo de generación en generación”, dice explicando el carácter inspirador que aquellos sonidos tuvieron para él en su formación musical.
Con el tiempo se forjo un carácter musical marcado por su fuerza a la hora de la ejecución y una sensibilidad compositiva deslumbrante. Siempre mantuvo un perfil bajo y esquivo los flashes y los grandes escenarios para continuar con sus proyectos personales y, fundamentalmente, el grupo en el que siempre pudo plasmarlos: Engranaje.
Lo formó en 1968 y a lo largo de los años lo fue armando y desarmando. Por ahí pasaron músicos de la talla de Tito La Rosa, Horacio "Droopy" Gianello (que después iba a tocar en Arco Iris) o el propio Pappo, que fue el puente para que Spinetta lo descubriese y se lo llevara a Pescado. Se fue de la banda casi en paralelo a la aparición de “Desatormentándonos”, el primer disco de la banda. Dejó el bajo y se unió a Sacramento, la banda que conformaban Ciro Fogliatta, Alfredo Toth, Roberto "Corre" López y Ricardo Jelicié, con quienes grabó el segundo disco del grupo. Frascino compuso todas las canciones de ese álbum que permaneció inédito durante más de 45 años y se lanzó bajo el nombre de “Sacramento II. Moviendo la carreta”.
Pasaron los años, y “Bocon” viajó y tocó mucho la guitarra. Por supuesto que volvió a armar y desarmar Engranaje, que tuvo unas ocho formaciones diferentes a lo largo de casi cinco décadas. Durante los primeros años del nuevo siglo, también tuvo una fuerte actividad militante desde la agrupación Músicos Unidos por el Rock, defendiendo la actividad del under golpeado luego de la tragedia del Cromañon y sumándose a numerosas marchas y festivales a beneficio de causas obreras y populares.
En los últimos años, el público masivo pudo reconocerlo en algunos escenarios multitudinarios, como el que lo volvió a reunir con Luis Alberto Spinetta y Black Amaya en la reunión de Pescado Rabioso durante el concierto de Las Bandas Eternas. Su presencia allí fue una de las más celebradas de la noche.