El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, aseguró que "en absoluto" existe un conflicto diplomático con Brasil tras los insultos que recibió el futbolista brasileño Vinícius Junior este fin de semana e indicó que la inmensa mayoría de la sociedad española es antirracista, plural, abierta y diversa.
Albares se expresó en estos términos al ser preguntado por la llamada que realizó este lunes el Gobierno brasileño a su embajadora en España por los insultos al delantero del Real Madrid. “El Gobierno de España es muy claro, tolerancia cero con el racismo, que además es incompatible con los valores del deporte y de la sociedad española”, señaló y agregó que el racismo es "una de las actitudes más despreciables y condenables" que existen y por ello espera que se llegue a las últimas consecuencias en el proceso judicial que se sigue al respecto.
Apoyo mundial
Convertido en uno de los delanteros más letales de LaLiga española dentro del campo, la lucha contra el racismo de Vinicius Júnior consiguió también un impacto mundial fuera de las canchas tras ser víctima de insultos por su color de piel en Valencia. En este sentido, otras voces del arco político mostraron recientemente su apoyo al jugador brasileño, como el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas. "No hay lugar para el racismo en nuestra sociedad, dentro o fuera del campo. Apoyo total a Vinicius Junior", señaló en su cuenta oficial en Twitter Schinas, en respuesta a un tweet del futbolista en el que agradeció toda la cadena de cariño y remarcó que si tiene que sufrir más para que las generaciones futuras no pasen por situaciones similares, estará listo y preparado.
Por su parte, el presidente de Brasil, Lula da Silva, se expresó en una conferencia de prensa al cierre de la cumbre del G7 en Hiroshima sobre este caso: "No es posible, en pleno siglo 21, tener un prejuicio racial tan fuerte en tantos estadios de fútbol. Es injusto que un pobre chico a quien le ha ido tan bien en la vida, que tal vez se convertirá en el mejor del mundo sea insultado en cada estadio en el que juega", remarcó.
Los ministerios de Igualdad
Los ministerios de Igualdad de España y Brasil publicaron un comunicado conjunto este martes en el que condenan los insultos racistas como los sufridos por el futbolista brasileño y exigieron que no queden impunes. Ambos departamentos mostraron su "solidaridad incondicional" con el jugador del Real Madrid y pidieron que todas las instituciones competentes respondan "con la máxima diligencia para tomar medidas" ante este caso y todos los que acontecen en el ámbito deportivo.
También reclaman que se asegure el "acompañamiento, protección y reparación" de las víctimas de estos delitos, que constituyen "una grave vulneración de los derechos humanos y perpetúan la desigualdad y la discriminación". "Las actitudes racistas, machistas y fascistas dentro y fuera de los campos de fútbol son intolerables en una democracia", reivindica el comunicado.
Recientemente ambos ministerios firmaron un Memorando de Entendimiento para la promoción de la igualdad racial y la lucha contra el racismo, la discriminación racial y otras formas conexas de intolerancia, cuyo objetivo es impulsar el avance en materia de igualdad y ampliar el acceso de los grupos poblacionales y étnicos que más sufren la discriminación racial a las políticas públicas. En este acuerdo se establece como prioridad prestar especial atención a la lucha contra el racismo en las actividades deportivas.
Los detenidos
Los tres jóvenes españoles de entre 18 y 21 años que fueron detenidos este martes por la Policía Nacional española, por los insultos al delantero del Real Madrid, fueron liberados tras prestar declaración en dependencias policiales. Según informaron fuentes policiales a EFE, se les comunicó a los tres de la necesidad de que comparezcan en sede judicial en caso de ser reclamados.
La fiscal delegada de delitos de odio de la Fiscalía Provincial de Valencia, Susana Gisbert, informó el lunes de que abrió de oficio diligencias de investigación penal por si los insultos pudiesen ser constitutivos de un delito de odio, si bien todavía se está analizando lo sucedido y no existe por el momento ninguna causa judicial abierta.
Las pesquisas policiales, según detallaron la Jefatura Superior de Policía de la Comunitat Valenciana, se iniciaron el pasado domingo durante el encuentro entre el Valencia y el Real Madrid, que fue suspendido unos minutos en el segundo tiempo por los referidos insultos y gestos con tintes racistas dirigidos hacia el jugador madridista. En el momento de los hechos, agentes de la Unidad de Intervención Policial identificaron a uno de los presuntos autores y posteriormente los investigadores realizaron diversas gestiones que concluyeron con la identificación de otros dos presuntos responsables. Dos de las detenciones se produjeron en la ciudad de Valencia y la tercera en un municipio cercano, informaron las mismas fuentes.