Las internas en Juntos por el Cambio no descansan, incluso entre sus socios menores. La ácida disputa entre Ricardo López Murphy y Roberto García Moritán por la precandidatura de Republicanos Unidos para la jefatura de Gobierno porteño –agitada por sus diferentes alianzas con los dos candidatos presidenciales del PRO— ya tiene su capitulo judicial con impugnaciones cruzadas que se dirimirán en los tribunales.
El diputado nacional y efímero ministro de Economía de la Alianza que llevó al gobierno a Fernando De la Rúa, coqueteaba con su precandidatura presidencial de la pata liberal-conservadora dentro de JxC. Pero tras un acuerdo para respaldar a Patricia Bullrich en su campaña para llegar a la Casa Rosada, el “bulldog” bajó sus aspiraciones y decidió ir como candidato por la sucesión en el Gobierno porteño. En tanto, el legislador por la Ciudad y empresario gastronómico alienado con Horacio Rodríguez Larreta considera que esa postulación a Jefe de Gobierno le corresponde por mérito, no está dispuesto a bajarse y junto a su asesor legal, Yamil Santoro, cambiaron las reglas de juego para la interna partidaria que desató la guerra.
Cerca de López Murphy aseguraron que el diputado “no se va a prestar al juego de dos pibes que lo decepcionaron para perjudicar a Bullrich por un acuerdo con Larreta” y sus asesores impugnaron ante la justicia 400 afiliaciones que presentaron sus contrincantes. Por el lado de García Moritán, sostienen que “Ricardo no quiere competir” y que “están mintiendo porque saben que les ganamos la interna”. Hoy habrá una audiencia en el Juzgado Federal con competencia electoral de María Servini a las que deben asistir los apoderados de ambas facciones para ver cómo se resuelve la pelea liberal dentro de JxC.