La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) notificó a 5.780 contribuyentes para que incluyan la compra de moneda extranjera en sus declaraciones juradas determinativas para el pago del impuesto a las Ganancias y sobre los Bienes Personales. Ese grupo de personas adquirió en conjunto más de 1.100 millones de dólares por medio de la compra-venta de títulos públicos durante el período fiscal 2022, y deben informarlo en las declaraciones impositivas correspondientes.
Las bases de datos del organismo permitieron detectar transacciones en moneda extranjera mediante la adquisición y liquidación de bonos (AL30 y GD30) en cuentas locales y en el exterior popularmente conocidas como "dólar MEP" y "contado con liquidación". Los casi seis mil contribuyentes concretaron operaciones por montos individuales que superaron los 50.000 dólares. Y en total las divisas que se adquirieron por esa vía ascendió a 1.160 millones de dólares en el caso de personas físicas, lo que equivale a 205.310 millones de pesos al tipo de cambio oficial de cierre del año pasado que AFIP se privó de recaudar.
La AFIP remitió notificaciones electrónicas a los sujetos involucrados con el objeto de que consideren correctamente tanto el origen de los fondos utilizados para realizar dichas operaciones, como su íntegra declaración y correcta valuación, de cara al vencimiento en junio de este año para la presentación de las declaraciones juradas determinativas del pago de los impuestos a las Ganancias y Bienes Personales.
La compra de un título público con pesos y su posterior reventa contra dólares, en una cuenta local (Mep) o extranjera (CCL) es la tradicional operatoria que permite a ahorristas y especuladores hacerse de dólares a una paridad hoy día cercana a 500 pesos. Con las intervenciones que venía haciendo el gobierno para evitar que la cotización de los paralelos aumentase demasiado se creó un nuevo “rulo financiero” que Economía buscó desactivar con la imposición de un parking de 15 días para poder usar los dólares obtenidos de aquellas operatorias. El “rulo” consistía en compras Ledes en dólares y venderlas contra pesos, obteniendo una ganancia de entre 2 y 3 por ciento en pesos por día.
Aquello sucedía porque el precio de los AL30 y GD30 estaba excesivamente barato por las intervenciones que venía haciendo el gobierno, que gastaba dólares de las reservas para comprar bonos, empujando su precio hacia arriba, para luego vender esos títulos en pesos, y hacer bajar su precio.