El caso del sargento de la Bonaerense que mató al asaltante cuando intentaba robarle la moto, en La Reja, partido de Moreno, llegó a un punto neutro. Inestablemente neutro. Técnicamente hablando, la causa está a la espera de una serie de peritajes que seguramente agregarán información de utilidad a la investigación. El peritaje balístico, entre otros a cargo de la Federal, se iniciará el lunes próximo. Quedan tambien el informe definitivo de la autopsia, en la Asesoría Pericial de Lomas de Zamora, y una serie de análisis químicos que llevan un poco más de tiempo. Entretanto, el eje del caso sigue concentrado sobre la imputación que recayó sobre el policía: homicido agravado por tratarse de un funcionario policial y por el uso de arma. Para los investigadores, el fiel de la balanza oscila entre esta imputación (la más probada por ahora) y el exceso de la legítima defensa. Los caminos que se abren si se trata de una o de otra llevan a futuros muy diferentes. En uno, la pena llega a perpetua; en otro, va de 1 a 5 años. En el primero, el imputado puede recurrir al juicio por jurado popular; en el segundo, deberá ser un juez técnico.
Las imágenes que surgen de la cámara de seguridad de la parada de colectivos, ubicada en una "parada segura" en la esquina de Lugones y Payró, da cuenta del hecho y, de alguna manera, son evaluadas por los investigadores como la base concreta. A partir de esas imágenes, el fiscal Gabriel López, a cargo de la UFI 8 de Moreno, tiene un punto de partida sólido para determinar la realidad de lo ocurrido. Pero no alcanza. De hecho, el análisis fino de lo ocurrido no puede completarlo por completo con las imágenes, que no revelan con claridad los estados anímicos que podrían torcer el fiel de la balanza.
Un ejemplo es que antes de la indagatoria al sargento, que tuvo lugar este martes, la decisión del fiscal había sido solicitar la detención bajo la imputación de homicidio agravado. Pero luego de la indagatoria, se decidió por otorgarle la libertad. Algunos medios informaron erróneamente que la libertad fue otorgada porque se redujo la acusación al delito de exceso en la legítima defensa, lo que no es cierto: la imputación se mantuvo.
"La libertad fue decidida porque no presentaba riesgos a la continuación del proceso", aseguró a Página/12 un investigador del caso. Según reveló la misma fuente, después de la indagatoria, en la fiscalía se tuvo en cuenta el comportamiento que dejó entrever el imputado, que presupone que no va a entorpecer la prueba. Dentro de ese comportamiento, el fiscal prestó atención a que "no buscó incidir en la declaración de la pareja", confió el investigador y continuó enumerando: "no levantó las vainas", "esperó a que las levantaran los peritos policiales, pese a que no sabía que una cámara lo estaba filmando" (podría haber intentado levantarlas para manipular las pruebas, aunque es cierto que los cuatro impactos en el cuerpo inhiben en parte la manipulación), "llamó él mismo e inmediatamente al 911", "no se negó a declarar pese a que no estaba obligado a hacerlo, y lo que declaró resultó verosímil".
Es decir, un comportamiento que en el mundo de los penalistas aproxima al imputado a la condición de "estar a derecho". Pero esto no modificó la imputación. El fiscal por el momento no encuentra motivos para cambiar la calificación del delito. Y lo que está a la vista en el video, según esa perspectiva, es que no hubo legítima defensa.
En qué se basa. En que de la imagen no surge que se cumplan los requisitos de la legítima defensa, ya que el ladrón está escapando con la moto, de espaldas y no representa peligro. Y en la legítima defensa, es un requisito imprescindible. Hay que agregar que no hay uniforme a la vista ni otro tipo de identificación, y el propio imputado, al declarar sostuvo que no recordaba si había dado la voz de alto. Y comienza a disparar cuando el asaltante está de espaldas, ya sobre la moto, tomado a los dos manubrios y empezando la huida, mientras que su cómplice se empieza a retirar y al escuchar el primer disparo huye. El asaltante salta de la moto e intenta correr y trastabilla, posiblemente por el primer disparo. De esas imágenes, en la fiscalía no detectaron hasta el momento movimientos que pudieran sostener la legítima defensa ni su exceso.
Por esos motivos, se dispuso la excarcelación y se mantuvo el homicidio agravado.
Otra cuestión que fue confirmada es que no se trató de cuatro disparos, sino de cinco, según los fogonazos que se observan en el video. "Se encontraron cuatro vainas -describe el investigador-. Se ve un quinto fogonazo, pero puede ser que una de las vainas haya saltado para otro lugar y no se la encontró todavía, o se ve que pasa un auto y puede ser que la haya enganchado y la haya desplazado a distancia". En el cuerpo del joven, por otro lado, ya se informó que impactaron cuatro proyectiles. "Uno de ellos, según el primer informe de autopsia, resultó mortal, pero no se sabe en qué orden impactaron".
El análisis técnico es frío. "Hay que ubicar el momento y el lugar, porque es cierto que se lo debe considerar como un profesional preparado para estas situaciones, pero una cosa es decirlo y otra cosa es estar en ese momento. Por más preparado que se esté, nadie sabe cómo se reacciona en esa situación real."
En la fiscalía, la evaluación del momento es que se trató de una situación "sorpresiva". El trabajo de la UFI 8 fue prolijo y minucioso pese a que el caso haya quedado en el ojo de la polémica. Un detalle que tienen en cuenta los investigadores es que en la suma de pruebas recolectadas se encuentra la declaración de otra víctima de asalto del mismo dúo que minutos después alcanzarían al policía. Se trata de un chico que describió la escena de una manera muy semejante a la que pintó el policía: "dijo que estaban muy agresivos, que se asustó mucho, que lo amenazaron con un arma", confió el investigador a este diario. Esa declaración "va en línea con lo declarado por el policía que también puede haber creído que estaba armado -agregó el investigador-, y coincide con la agresividad descripta en ambas situaciones".
Por el momento, para la fiscalía todas las pruebas apuntan al homicidio agravado. "De todas maneras va a quedar abierto, no se va a cerrar acá. Lo tendrán que determinar en el juicio con todas las pruebas analizadas al mismo tiempo", sostuvo el investigador.