Un jurado popular juzgará desde el lunes próximo a tres policías acusados por las torturas seguida de muerte de Sebastián Ponce de León, un chef de 32 años al que habían detenido el 31 de enero de 2019 y murió diez días después tras sufrir una golpiza en la localidad chaqueña de Barranqueras.
"Va a ser el primer juicio por jurados en un caso de violencia institucional en la provincia del Chaco por el delito de torturas seguidas de muerte en democracia, la calificación legal más grave de la violencia ilegal desplegada contra personas detenidas", dijo el abogado Kevin Nielsen, presidente del Comité para la Prevención de la Tortura del Chaco (CPTCh), que actúa como querellante en la causa.
La audiencia comenzará el lunes a las 8 con la selección de los 12 jurados titulares y 2 suplentes entre las 36 personas convocadas para el juicio, que se extenderá hasta el viernes 2 de junio.
Los agentes Sebastián Darío Romero y Cristian Alfredo Chamorro llegan al debate en libertad imputados por el delito de "torturas seguida de muerte", que prevé la pena de prisión perpetua. En tanto, el policía Carlos Rodríguez --también libre-- fue acusado por "omisión de evitar torturas".
El juez técnico encargado de dirigir el debate será Ernesto Azcona, titular de la Cámara Tercera en lo Criminal de Resistencia, y la fiscal será Graciela Griffith Barreto, mientras que el abogado Hugo Fernández Liras representará a la hija de la víctima, que ahora tiene 5 años, también como querellante.
"Esperamos que los condenen a perpetua para que haya justicia por Sebastián, que era una persona trabajadora que vivía para que a su hijita no le falte nada", dijo Lelia, madre de Ponce de León.
El abogado del CPTCh explicó que "después de tres años de una férrea batalla de la familia de Sebastián, con el acompañamiento de las instituciones de derechos humanos, se llega a un juicio con mucho material probatorio por medio del cual se comprueba que Sebastián sufrió una fuerte golpiza mientras era trasladado en un móvil policial".
Nielsen consideró que este caso "fue bisagra en la provincia en lo que hace a la Investigación de Muertes Potencialmente Ilícitas cometidas por fuerzas de seguridad, ya que fue a través de la segunda autopsia hecha siguiendo los lineamientos del protocolo de Minnesota que se pudieron descubrir lesiones que habían sido pasadas por alto en la primera".
Sebastián Ponce de León fue arrestado el 31 de enero de 2019 en Barranqueras sin que nunca quedaran claros los motivos.
"Se trató de una detención arbitraria por una falsa denuncia. A él se lo llevaron caminando porque estaba en óptimas condiciones, según lo declarado por todos los testigos, y recién el 2 de febrero nos llamaron desde el hospital porque tenían que pedir autorización para hacerle diálisis", explicó Nicolás, hermano de la víctima.
Es que, de acuerdo a la pesquisa, tras pasar por Medicina Legal, fue trasladado en un patrullero al Hospital Perrando, de Resistencia, donde llegó muy golpeado. "Estuvimos dos días sin saber nada de él porque le escribíamos al celular y no respondía hasta que nos llamaron del hospital", recordó el hermano.
Los médicos le diagnosticaron una severa falla renal y murió diez días después.
"La primera autopsia determinó que falleció por los politraumatismos que le provocaron una falla multiorgánica, pero como querellantes pedimos que se haga una reautopsia porque en ese informe no señalaron las marcas que tenía en las muñecas a raíz de las esposas que tenía colocadas y otras lesiones", dijo Nicolás, quien afirmó que Sebastián trabajaba como chef en distintos eventos tanto en Chaco como en Corrientes.
El hermano administra una página en Facebook llamada "Justicia para Sebastián Ponce de León" y los abogados de los policías pidieron que él no escriba más.
"Han tratado de censurarme, de que borre las publicaciones y no asista a ninguna audiencia ni al juicio. Formalmente me acusaron con el juez técnico para que cese con las publicaciones pero el juez dijo no, y sí a la libre expresión", sostuvo.
En tanto, la madre de la víctima insistió en el pedido de justicia por el crimen de su hijo, que dejó a su nieta sin el padre. "Ella va a cumplir seis años y está en tratamiento psiquiátrico por todo lo que estamos pasando. No entiende por qué sus compañeritos tienen a la mamá y al papá y ella no. Justicia por la memoria de Sebastián y para su hija", concluyó Lelia.
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