Tanta lluvia en un día patrio le hizo juego al intendente para despacharse a gusto en el eje discursivo que mejor le sienta en este tramo de su mandato y campaña: apuntar los increíbles extremos que toca la violencia urbana, ya contra las escuelas y lo que venga, sin marco institucional que contenga, sea justicia penal, policía o cualquier otra fuerza de seguridad. "No puede ser que un preso desde una cárcel defina si un chico va a la escuela o no, si un docente puede dar clases o no. Personas caminando balean una escuela que tiene custodia, y no le sigue a eso ninguna persecución. Amenazan una escuela, la investigación demora, y la escuela cierra. No habrá paz sin los chicos dentro del aula, es inadmisible que atenten contra lo más sagrado de una república: igualar con educación", dijo ayer Pablo Javkin en la Sala de Banderas del Monumento, luego del acto protocolar por el 25 de Mayo.
El jefe municipal eligió remover la herida social de lo que más espanta al colectivo. Empezó por la amenaza anónima que recibió a medianoche del lunes la directora de la escuela técnica Leónidas Gambartes, de Paraguay al 1200, y que significó la suspensión de las clases al día siguiente en esa y en la vecina "Mariano Moreno". "Una maestra recibe una amenaza a las 11 de la noche. No puede ser que a las 8 de la mañana no haya habido una intervención, no había móviles policiales ni autoridades del Ministerio (de Seguridad) garantizando que abra la escuela”, recriminó ayer en rueda de prensa, luego de las ofrendas florales en la conmemoración del 213° aniversario de la Revolución de Mayo.
En la misma línea trajo a cuento la balacera que siguió, al día siguiente, contra la escuela "Rosa Ziperovich", de avenida Sabin y Juan B. Justo, atacada a metros de una custodia policial que nada hizo para evitarlo ni para esclarecerlo. "Una escuela que fue amenazada, que tiene custodia policial y que es atacada a pie. ¿¡Se dan cuenta?! ¡A pie! La custodia detectó las balas por el llamado del 911, estaban ahí y se enteraron por un llamado telefónico. Amenazan una escuela y demora la investigación, pero mientras tanto la escuela cierra", se alarmó el intendente.
"No puede ser que la respuesta sean promesas y anuncios que se demoran o nunca llegan. No puede ser que hagan oídos sordos al dolor de las familias. En un día tan importante para nuestra historia como hoy, estamos llamados a luchar por la libertad, como fuimos llamados aquel mayo de 1810 y también hace 40 años cuando nos unimos para recuperar nuestra democracia. Sólo unidos vamos a ser libres. Ése es nuestro mandato”, enfatizó sin destinatario directo.
Javkin punzó en el flanco más débil y menos municipal de la coyuntura rosarina: la violencia urbana, el crimen organizado y sus efectos. Aclaró que sus funcionarios discuten "cada lunes" el plan de seguridad con las fuerzas preventivas en territorio. Pero luego, disparó: "Muchas veces se habla de esta ciudad desde afuera de esta ciudad, entonces estemos todos acá y no perdamos días de clases en los lugares donde más necesitamos clases", dijo.
Como otras veces, machacó en el descontrol intramuros en las prisiones, desde donde se encargan delitos violentos, y la inteligencia criminal acerca de las personas con prontuario penal que salen de reclusión penitenciaria. "El 9 por ciento de los hechos en Rosario se esclarece por conversaciones de cárceles. No puede ser entonces que nos acostumbremos a que se cometan delitos desde las cárceles con tanta libertad", reprochó Javkin. En este sentido, atribuyó los últimos tres asesinatos en barrio La Cerámica a cuestiones originadas en un convicto que recuperó la libertad poco antes. "No puede ser que no haya seguimiento de una persona con cierta peligrosidad cuando vuelve a la calle", reclamó.
Y repudió la circulación de videos de violencia urbana atribuidos a Rosario pero que no correspondían a esta ciudad. "Es una campaña con intencionalidad, hablemos claro", planteó el intendente. Lo rodeaban miembros de la Mesa Interreligiosa por el Bien Común de la Universidad Nacional de Rosario, la presidenta del Concejo, María Eugenia Schmuck, el diputado nacional Enrique Estévez y el senador departamental, Miguel Rabbia.