No se parece en nada al padre en lo físico, pero cuando habla Federico Lifschitz, su adn lo delata. El hijo del exgobernador fallecido hace dos años en plena pandemia; tiene 32 años y será candidato a concejal en Rosario. Disputará por primera vez una elección con todo el peso que tiene su apellido. En su lanzamiento público irrumpió con un afiche provocador: "Basta de discutir boludeces" en el Concejo Municipal. Y explica porqué no es el candidato oficial del PS. "Un grupo importante del socialismo entendió que había que fortalecer vínculos con el radicalismo con el que habíamos compartido tantos años en la gestión provincial y principalmente con (Maximiliano) Pullaro", asegura.
Para Lifschitz hijo, Pullaro "es un dirigente que ha sido de mucha confianza de mi viejo. Es sin dudas el candidato que está mejor preparado para abordar el tema de la seguridad que tanto nos preocupa", sostiene y agrega que "hoy los rosarinos estamos viviendo una crisis de inseguridad que nos preocupa. Difícilmente la ciudad pueda abordarse a futuro sin pensar en la seguridad". Y se muestra convencido de que los concejales "como mínimo deberíamos saber qué pasa en materia de seguridad, debemos saber qué necesita la ciudad en seguridad".
Federico Lifschitz viene de "una militancia muy territorial. También vengo del ámbito privado. La ciudad la conozco y veo que hay parte de la dirigencia política que está alejada de la realidad".
También indicó que el gobierno provincial "no estuvo a la altura de lo que los santafesinos requerían". Y aseguró que el intendente Pablo Javkin "se vio condicionado por el fenómeno de la crisis sanitaria y lo de la inseguridad. Hoy nos cuesta identificar cuál es el legado de Pablo" para Rosario.