Mientras el “campana” le avisaba el estado de situación en la calle, vía Handy, Benítez y su cómplice ingresaron al local de madrugada tras escalar un muro de dos metros de altura. Taparon una cámara de seguridad instalada en el patio del comercio y forzaron dos aberturas que no tenían sensor perimetral, con lo cual evitaron que se activara la alarma. Benítez se desplazó por el local arrastrándose por el piso y fue hasta la zona de cajas, donde un sensor de movimiento lo captó y se disparó la alarma. No le importó. Se dirigió a la planta alta, ejerció fuerza sobre la central de la alarma y logró inhabilitarla. El siguiente paso fue llevarse 2 millones de pesos que estaban embolsados adentro de un mueble. Benítez y el colega se fueron por donde habían entrado.
(Lo condenaron a tres años y cuatro meses de prisión por robar una vinoteca de la ciudad de Santa Fe).