Anatomía de una caída, de la directora francesa Justine Triet, ganó este sábado la Palma de Oro a la mejor película de la edición número 76 del Festival de Cannes y de este modo Triet se convirtió en la tercera mujer en ganar el premio mayor de la muestra, después de Jane Campion en 1993 (por La lección de piano) y Julia Ducournau en 2021 (por Titane). 

Ya cuando Jane Fonda tomó el micrófono para anunciar el premio y destacó la presencia de siete directoras mujeres en la competición oficial (un record para Cannes) se palpitó un final feminista para la ceremonia. Casi desconocida en la Argentina, la directora de La batalla de Solferino (2014) y Victoria y el sexo (2016) le sumó a esa tónica un breve pero contundente discurso de neto corte político contra la reforma previsional en Francia y contra los recortes en la cultura con los que amenaza Emmanuel Macron. “Este año Francia ha sido atravesada por un rechazo histórico, potentísimo, unánime, a la reforma previsional”, lanzó, mientras se escuchaban aplausos en la sala. “Esta expresión ha sido negada y reprimida de manera escandalosa y este patrón cada vez más desinhibido de dominación del poder está estallando en varias áreas. Primero socialmente: ahí es donde es más impactante. Pero también en todas las demás esferas de la sociedad, y el cine no es ni puede ser una excepción".

Película sólida, sostenida en un guion de hierro y en una actuación de la extraordinaria actriz alemana Sandra Hüller, Anatomie d´une chute narra la desintegración de una pareja a través de un proceso judicial que involucra al hijo en común, que debe testimoniar en el estrado sobre la muerte dudosa de su padre, en un accidente del que se duda haya sido tal. A pesar de sus méritos, a la película de Triet le falta sin embargo la estatura y la dimensión que suelen tener las películas ganadoras de la Palme d’Or.

El premio mayor quizás debió haber sido para la película ganadora del segundo premio en importancia, el Grand Prix du Jury, que quedó en manos del realizador británico Jonathan Glazer por The Zone Of Interest. Inspirado libremente en la novela homónima de Martin Amis (fallecido el mismo día que el film se estrenó en Cannes), el director de Sexy Beast y Under the Skin narra con precisión quirúrgica la monstruosa cotidianeidad del comandante nazi Rudolf Höss (Christian Friedel) y su esposa Hedwig (nuevamente Sandra Hüller), en la casa con jardín y piscina que tenían al lado del campo de concentración de Auschwitz.

A diferencia del film de Triet, el de Glazer privilegia la puesta en escena por sobre el guion. El concepto del director no podría ser más inteligente: construida únicamente en base a planos generales, The Zone Of Interest deja ominosamente fuera de campo al campo de concentración adyacente, del cual sin embargo se ve el constante humo de la chimenea de su horno crematorio y de donde provienen los gritos y disparos que no parecen importunar a los hijos del matrimonio ni obviamente a sus padres. Lo que consigue Glazer –con un estilo tan gélido como distante, tributario del cine del austríaco Michael Haneke, aunque sin su sadismo- es poner en evidencia de una manera muy sutil la máquina de matar que era el nazismo. Al no darle siquiera la posibilidad a Höss y su esposa Hedwig de verlos en un primer plano (y mucho menos a sus hijos), evita toda posible humanización de los personajes.

The Zone Of Interest

El momento dedicado al premio a Glazer fue particularmente emotivo, porque el encargado de entregarlo, Quentin Tarantino, llamó al escenario a legendario productor y director Roger Corman (97 años), que fue ovacionado de pie en la imponente sala del Grand Théâtre Lumière.

Es una pena que el jurado presidido por el director sueco Ruben Östlund, ganador de la Palma de Oro del año pasado con Triángulo de la tristeza, la directora francesa Julia Titane Ducournau y el realizador argentino Damián Szifrón, entre otros, haya omitido por completo del palmarés a películas valiosísimas, que en el consenso de la crítica internacional presente en Cannes demostraron tener una visión cinematográfica a la altura de lo que se espera del festival. Títulos como Rapito, del italiano Marco Bellocchio, La chimera, de la también italiana Alice Rohrwacher, y el notable documental Youth (Spring), del chino Wang Bing, se quedaron con la manos injustamente vacías, cuando el premio al mejor director se lo otorgaron al vietnamita (radicado en Francia) Tran Anh Hung por La passion de Dodin Bouffant, un film que responde a la vetusta tradición del llamado “cinéma de qualité” que ya denunciaban los Cahiers du Cinéma hace casi 70 años.

En compensación, Las hojas muertas, del gran director finlandés Aki Kaurismäki, se llevó el Premio del Jurado, que para un cineasta de su talla es poco menos que un consuelo. De hecho, Kaurismäki ya no estaba la noche del sábado en Cannes (o decidió no ir a la ceremonia) y subieron a recibir el premio sus actores, que leyeron un brevísimo agradecimiento de su parte: “Merci et… Twist and Shouts!”

El premio al mejor actor quedó en manos del excelente japonés Koji Yakusho, por su extraordinario protagónico en Perfect Days, de Wim Wenders, donde interpreta a un hombre tan enigmático como silencioso (pasa más de una hora sin hablar ni una sola palabra) y donde casi no hay un solo plano en el que esté ausente.

Y ya fuera del jurado oficial, no podría haber sido más justa la Cámara de Oro al mejor primer largometraje para Inside the Yellow Cocoon Shell (Dentro de la cáscara del capullo amarillo), opera prima del joven vietnamita Thien An Pham, que puede considerarse como la revelación de esta edición del Festival de Cannes, todo un hallazgo de la Quincena de los Cineastas, como a partir de este año se llama la antigua Quincena de los Realizadores.

Los premios principales

Palma de Oro a la mejor película: Anatomie d´une chute  / Antomía de una caíd (Francia), de Justine Triet.

Grand Prix du Jury: The Zone Of Interest (Gran Bretaña), de Jonathan Glazer.

Premio a la mejor dirección: Tran Anh Hung por La passion de Dodin Bouffant (Francia).

Premio del Jurado: Las hojas muertas (Finlandia), de Aki Kaurismäki

Premio al mejor guion: Sakamoto Yuji por Monster (Japón), de Hirokazu Koreeda.

Premio a la mejor actriz: Merve Dizdar por Sobre hierbas secas (Turquía), de Nuri Bilge Ceylan.

Premio al mejor actor: Koji Yakusho, por Perfect Days (Japón/Alemania), de Wim Wenders.

Cámara de Oro al mejor primer largometraje: Inside the Yellow Cocoon Shell (Vietnam), de Thien An Pham

Palma de Oro al mejor cortometraje: 27 (Francia/Hungría), de Flóra Anna Buda.

Premio de la crítica internacional (Fipresci): The Zone Of Interest, de Jonathan Glazer. 

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