El diseñador argentino Hugo Kogan, inventor del emblemático encendedor Magiclick, falleció este sábado por la tarde en la ciudad de Buenos Aires, a sus 88 años, por causas que aún no trascendieron. Su creación llegó a millones de hogares y se convirtió en una pieza característica de la idiosincrasia doméstica argentina.
Kogan estaba a punto de cumplir sus 89 años, el próximo 12 de junio, y hace 10 días había recibido en la Legislatura porteña la condecoración de Personalidad Destacada en el rubro de la Ciencia y la Tecnología.
El reconocido diseñador argentino fue uno de los más influyentes del país y la región, Además del Magiclick, inventó más de un centenar de productos, como máquinas textiles industriales y familiares, equipamiento urbano, electrónica de entretenimiento, hardware, equipos de electromedicina, grandes electrodomésticos y sistemas de equipamiento bancario y ferroviario.
Además, ganó tres veces el Diploma al Mérito de los Premios Konex como uno de los mejores diseñadores industriales de la década (1992, 2002 y 2012), y fue integrante de la comisión académica designada para la creación de las carreras de Diseño Industrial y Diseño Gráfico en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FADU) de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
“La Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo despide con gran pesar al diseñador industrial Hugo Kogan, profesor de esta universidad y gran referente del Diseño Industrial en Latinoamérica”, comunicó la FADU en sus redes sociales.
El Magiclick, el mayor invento de Hugo Kogan
Después de transitar la escuela industrial y cursar dos años de la carrera de arquitectura, Kogan creó en 1963 su invento más reconocido, el encendedor Magiclick, cuando se desempeñaba como director del departamento de diseño de la empresa Aurora.
Definió el nombre del producto porque encendía la llama con solo pulsar un botón. En la publicidad de la época se destacaba su calida y se prometía una vida útil de 104 años.
El producto nació gracias a la experimentación piezoeléctrica, que en la época era novedosa. Cuando la empresa decidió lanzar el producto, proyectó vender 5.000 unidades por mes, pero el éxito fue tal que terminaron haciéndose pedidos por 80.000 unidades mensuales.
Tiempo atrás, Kogan contó: "Con el Magiclick, yo estaba en el momento y lugar adecuados. Una nueva tecnología sobre la que se montó un diseño contemporáneo en un mercado seco de novedades e innovación por muchos años".
Después, con el correr de los años, el producto sufrió algunas modificaciones, como la incorporación de una carga de gas butano o de otro tipo, que permitió producir y mantener una llama de forma autónoma; mientras que otros se limitan a generar la chispa para encender, por ejemplo, las hornallas de una cocina.