El mediocampista del seleccionado argentino Sub-20 Gino Infantino busca revancha en el Mundial como un referente del plantel tras haber sido el capitán del equipo en el torneo Sudamericano de Colombia. El rosarino, de 20 años recién cumplidos, empezó el torneo como suplente pero contra Nueva Zelanda volvió a portar el brazalete de capitán y se dio el gusto de marcar el segundo tanto de la goleada sobre Nueva Zelanda (5-0) en San Juan.
"Tener la cinta es una confianza extra. Cuando me toque la voy a defender como se merece", destacó Gino en diálogo con Télam, después del último partido del Grupo A del Mundial.
Infantino fue titular y capitán en los cuatro partidos de la primera fase del Sudamericano y después de fallar un penal importante en el clásico contra Brasil con el partido 0-1, le dio una chance más al equipo de Javier Mascherano al marcar el gol contra Perú para la única victoria en el torneo.
La esperanza duró poco porque la derrota contra Colombia en la última jornada acabó con las posibilidades de entrar al hexagonal final que definía los cuatro pasajes al Mundial originariamente programado en Indonesia. "Sí, totalmente es una revancha", admitió Infantino pero rápidamente cambió el foco e hizo hincapié en que lo que sucedió en Colombia "ya pasó". "Hicimos borrón y cuenta nueva", sostuvo el futbolista con más experiencia como profesional del plantel.
Infantino se formó en la cantera inagotable del club rosarino ADIUR, tuvo la oportunidad de quedar en las inferiores de Real Madrid y Villarreal pero se volvió por extrañar a la familia y con 17 años se incorporó a Rosario Central, donde debutó en noviembre de 2020 y tres años después ya suma 66 partidos en el primer equipo.
"Tengo debilidad por Infantino. En los entrenamientos decía: 'Cómo juega este pibe'", dijo su exDT, Carlos Tevez, hace unos meses y hasta Roberto Mancini, entrenador de Italia, lo sigue de cerca para sumarlo como pasó con Mateo Retegui.
En el nuevo equipo que armó Mascherano para el Mundial que se disputa en nuestro país tras la baja de Indonesia como sede, Infantino empezó en el banco de suplentes pero el entrenador lo utilizó en los tres partidos. Si bien puede jugar como interno en el puesto de Máximo Perrone, el DT lo piensa más como una pieza ofensiva de recambio de Valentín Carboni, a quien reemplazó contra Uzbekistán y Guatemala.
Contra Nueva Zelanda aprovechó la oportunidad, volvió a ser capitán y a los 17 minutos del primer tiempo se anotó en el marcador con un zurdazo cruzado desde adentro del área tras recibir un pase de Luka Romero. "Me sentí muy cómodo en la cancha y hacer un gol te da mucha confianza", valoró el Capi, como lo llaman alguno de sus compañeros, que no dudó al señalar que la meta del equipo es estar el 11 de junio en la final de La Plata. "Nuestro objetivo es salir campeón, somos la Selección Argentina", aseguró el capitán que busca su revancha.