El Banco Central a cargo de Federico Sturzenegger mostró una política contractiva en julio para intentar contener el avance del dólar. Retiró del mercado unos 148 mil millones de pesos a través de colocaciones de Lebac en el mercado secundario. Hubo días en que la tasa de interés de estas letras alcanzó el 29 por ciento anualizada. La próxima semana la entidad deberá renovar unos 530 mil millones de pesos en estos títulos. El stock de Lebac ya supera los 900 mil millones de pesos y genera una carga de intereses de 234 mil millones de pesos por año.
El Informe Monetario de julio precisó que se continuó con “una política de absorción de liquidez mediante operaciones de mercado abierto (venta de letras) como se viene haciendo desde principio de marzo”. La entidad no había podido absorber unos 81 mil millones de pesos en la licitación primaria de letras de julio y buscó sacar esos billetes del mercado con las colaciones secundarias.
En detalle, se precisó que las Lebac más negociadas el mes pasado fueron las de corto plazo. Representaron el 31 por ciento de las operaciones. En tanto, “las especies de más de 30 días de plazo alcanzaron el 68 por ciento del total, niveles similares a los del mes anterior, aunque con una mayor participación del estrato de entre 30 y 90 días de plazo residual”, precisó la autoridad monetaria. Durante la mayor parte del mes pasado, las tasas de interés de menor plazo continuaron ubicándose próximas al límite inferior del corredor de tasas establecido por el Central en el mercado de pases, aunque mostraron un aumento promedio mensual respecto junio.
En el informe monetario del Central se registró también que los plazos fijos mayoristas mostraron un descenso, a contramano de los de menor monto, de hasta 1 millón pesos, que se incrementaron en los últimos treinta días. El Central destacó que este fenómeno se dio en un período en el que el spread entre las tasas de interés de las Lebac y las de los depósitos a plazo fijo continuó siendo positivo.
La autoridad monetaria indicó también que hubo un impulso estacional de los agregados monetarios amplios que provocó una suba mensual del 5 por ciento de la base monetaria. “Esta demanda de base monetaria fue abastecida por la expansión generada por la reducción en el saldo de pases y las operaciones entre el Banco Central y el Tesoro Nacional”, aclaró el informe.