Tras varias horas de incertidumbre y teorías de todo tipo, este lunes se dio a conocer que el color verde fosforescente que tiñó una parte de las aguas del Gran Canal de Venecia este domingo se debió a la presencia de fluoresceína, una sustancia no tóxica que se usa generalmente para pruebas en redes de aguas residuales.
En un comunicado difundido por la Agencia Regional para la Prevención y Protección del Medio Ambiente del Véneto (Arpav), se informó que los análisis de las muestras de agua revelaron "la presencia de fluoresceína", y aclararon que los resultados "no indicaron la presencia de elementos tóxicos en las muestras analizadas".
Aunque no se precisó el origen de la presencia de esta sustancia en el Gran Canal.
Este suceso que conmocionó a la ciudad italiana fue alertado por los vecinos, durante la jornada del domingo. La mancha color verde brillante apareció en el canal que conecta Campo San Luca con el Gran Canal y poco a poco se fue extendiendo por el resto de los canales venecianos después del inicio de la Vogalonga, una regata que se celebra desde 1974 y que nació como manifestación para proteger la ciudad.
Tras el hecho, las autoridades locales habían convocado a una reunión de urgencia para investigar lo ocurrido. En principio, la policía estaba investigando si el fenómeno era una protesta de activistas medioambientales, puesto que no es la primera vez que las aguas del Gran Canal se tiñen de verde.
Un episodio similar tuvo lugar en 1968, cuando el artista argentino Nicolás García Uriburu entintó las aguas de esta vía durante la 34ª Bienal de Venecia para crear conciencia sobre la ecología.