Los agentes de prevención del delito de la Ciudad de Buenos Aires pararon y se movilizaron este lunes a la sede del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño, en reclamo de aumentos salariales y mejoras en sus condiciones laborales. Denuncian que más del 90 por ciento de los y las trabajadoras están en condiciones de contratación precarias por lo que volvieron a reclamar el pase a planta de todos los y las agentes. También exigieron "ART acorde a las tareas de riesgo", ya que actualmente trabajan con un seguro tercerizado que, según denuncian, no se corresponde con los peligros que corren por su labor en las calles.
Minutos después de que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, presentara en público las pistolas taser que, aseguró, "salvan vidas", la columna de agentes de prevención del delito llegaba a la sede del Ministerio de Seguridad en Avenida Patricios al 1142, barrio de Barracas, en el marco de un paro de 24 horas. Junto al jefe de Gobierno estaba Eugenio Burzaco, actual titular de la cartera a la que los y las trabajadoras le reclaman desde hace más de cinco años que regularice sus situaciones laborales. "En la Ciudad los agentes de calle trabajamos sin derechos", decía la bandera que encabezaba la columna.
"Nos movilizamos para pedir recomposición salarial porque nuestro sueldo está por debajo de la línea de pobreza, pero también por el pase a planta que está trabado hace mucho", explicó allí María Belén Mariani, delegada de ATE de los y las agentes. "Nuestro cuerpo de seguridad fue creado hace más de diez años y las condiciones de precarización estuvieron desde el primer día. Es un reclamo que presentamos constantemente, pero hemos tenido reuniones y nada cambia", agregó la delegada. Según pudo saber este diario, los y las trabajadoras finalmente fueron recibidos por representantes del GCBA con la promesa de una nueva reunión para el próximo 14 de junio. "Pedimos que para esa fecha haya una respuesta positiva en cuanto al reclamo, si no la tenemos haremos otra asamblea para decidir una nueva medida de fuerza", adelantó Mariani a este diario.
En las calles de la Ciudad de Buenos Aires operan actualmente alrededor de 750 agentes de prevención del delito. Según informa de manera oficial el Gobierno porteño, la labor del cuerpo que trabaja sin armas es la de "detectar y relevar las distintas situaciones de riesgo o anomalías en el espacio público para dar intervención a las fuerzas de seguridad o de emergencia, según la situación lo requiera". "La gran mayoría somos monotributistas. En estos momentos es menos del diez por ciento del personal el que se encuentra en planta", advirtió Mariani sobre las condiciones en que realizan sus tareas de "prevención".
Según indican los y las trabajadoras, en tanto, en los últimos meses previos al inicio de la campaña comenzaron a ingresar nuevas camadas de agentes y se prevé que el cuerpo actual llegue a duplicarse hasta consolidar una cifra cercana a los 1500. "Si hasta acá, durante 10 años, no se pudo acomodar a los trabajadores que hay actualmente, ¿cómo hay dinero para tomar a tantos más y encima con las mismas condiciones en las que ya estamos nosotros?", se preguntó en este sentido la delegada.
Además del salarial y del contractual, otro de los puntos claves del reclamo radica en el seguro con el que los y las agentes operan día a día. Según denuncian, actualmente trabajan con un seguro tercerizado a través de la empresa Sancor Seguros, que sólo cubre importes fijos ante los casos reportados. "Una vez que cubrimos ese importe en su totalidad, el seguro te da el alta sin estar en condiciones de poder prestar servicio, o sea que no aporta en nada a la tarea de riesgo que realizamos", explicó Mariani. Los y las agentes piden contar con una "ART acorde a las tareas de riesgo".
En septiembre del año 2019, la muerte de Cinthia Choque dejó al descubierto las condiciones precarias en que trabajaban los agentes de calle de la Ciudad, en ese caso de tránsito. La joven falleció al ser atropellada por Eugenio Veppo mientras trabajaba en un control de tránsito en Figueroa Alcorta y Tagle. El caso despertó la bronca de sus compañeros y compañeras, que salieron a las calles para reclamar justicia y mejoras en sus condiciones de trabajo, especialmente en cuanto a la seguridad y el seguro médico.
Al igual que los agentes de prevención, los de tránsito denunciaban entonces que más del 90 por ciento se encontraba bajo el régimen de monotributo, en un sistema precario de contratación, y con salarios por debajo de la línea de pobreza. Hace sólo tres semanas, a más de tres años de la muerte de Choque, los y las agentes de tránsito emitieron un comunicado en el que volvieron a manifestar exactamente los mismos reclamos.