Uganda promulgó una controvertida ley que prevé duras penas por mantener relaciones entre personas del mismo sexo, una norma criticada por gobiernos occidentales y considerada como una de las más represivas del mundo.
"El presidente aprobó el proyecto de ley contra la homosexualidad 2023", anunció la oficina del mandatario, Yoweri Museveni. La ley, fustigada por la ONU y países como Estados Unidos, se aprobó el 21 de marzo en el Parlamento. Los legisladores afirman que protege la cultura nacional y sus valores.
El Alto Comisionado de la ONU expresó su "consternación" por la promulgación de esta legislación "draconiana", al afirmar que "es contraria a la Constitución y los tratados internacionales" y abre vías para que haya "violaciones sistemáticas de los derechos de las personas LGBT".
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tachó la norma de "trágica violación" de los derechos humanos y exigió su derogación. El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, quien tachó la ley de "deplorable", dijo que si el ejecutivo ugandés no protege a sus ciudadanos "pondrá en juego las relaciones con sus socios internacionales".
La ley es "profundamente represiva", señaló por su parte Amnistía Internacional. El país da "un paso en la dirección equivocada", añadió la directora adjunta para África de Human Rights Watch, Ashwanee Budoo-Scholtz.