El intendente de Chivilcoy. Guillermo Britos, y el precandidato presidencial por La Libertad Avanza, Javier Milei, están discutiendo un posible acuerdo electoral. Si arreglan, Britos sería el candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, el distrito más importante del país en términos demográficos, que acompañe a Milei en la boleta. De esta manera, quedaría de lado la posibilidad, hasta ahora en el terreno de las especulaciones, de que la candidatura recayera en el abogado Fernando Burlando.
Aunque aún no hubo anuncio oficial, de confirmarse la postulación de Britos iría en línea lo que anunció Buenos Aires/12 la semana pasada: los armados políticos se nutren de personas con experiencia política -”la casta”-, a la que no le resulta demasiado orgánico el discurso “anticasta”.
Britos es un comisario retirado de la policía bonaerense. En 2011 accedió a una banca por la cuarta sección electoral, de la mano de Francisco De Narváez, en 2015 ganó la intendencia con la boleta del Frente Renovador y en 2019 lo hizo dentro del espacio que encabezaba Roberto Lavagna a nivel nacional. Considerado por dirigentes que trabajaron con él como conflictivo en las relaciones personales y políticas, Britos supo cosechar rispideces en cada espacio en que participó. Tal es el caso de su propio hermano, Fabio, actual diputado provincial, que formó un monobloque y tampoco integra su proyecto político.
Su estilo, duro y cortante, al menos en apariencia poco dúctil para la discusión política, similar en eso al de Milei, hace que cambie de funcionarios con frecuencia. En Chivilcoy quienes no le tienen cariño se preguntan cuánto tardará en llegar la primera diferencia entre ambos y, en especial, qué volumen puede alcanzar.
Uno de los conflictos más resonantes que tuvo como protagonista al intendente incluyó al diputado nacional Sebastián García de Luca cuando éste era viceministro del Interior de Rogelio Frigerio. En septiembre de 2016, García de Luca acompañó al entonces ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, a la reapertura de una comisaría que había sido remodelada y, para incomodidad de los presentes, Britos se negó a darle la mano y más tarde le impidió acceder al palco. García de Luca es el mismo que se considera "paloma" dentro del PRO y a la vez funciona como armador de Patricia Bullrich en la Provincia junto con Emilio Monzó.
En otra oportunidad, Britos se peleó con el PAMI porque, según dijo, el organismo nacional demoraba deliberadamente los fondos correspondientes a las prestaciones del hospital municipal a los 14 mil afiliados residentes en la ciudad. Además, acusó a la directora de la Región Sanitaria X, Carolina Di Nápoli, de “perjudicar a los chivilcoyanos” con la coparticipación de salud. Según PAMI, las presentaciones del municipio son defectuosas o incompletas y se trata de un problema administrativo local que hace imposible su procesamiento y pago. Di Nápoli, también residente en Chivilcoy, le pidió al intendente que “deje de mentirle a la gente”. Su último enojo fue con el resultado del censo 2022. Sostiene que está mal hecho y dio cifras "muy por debajo de la realidad".
Más recientemente, en febrero de este año, cuando el gobernador Axel Kicillof asistió a Chivilcoy en ocasión de la inauguración de la nueva escuela agraria, un viejo anhelo del distrito, Britos le recriminó la cuestión del censo en el medio del acto, porque los resultados oficiales del censo 2022 no coincidían con sus expectativas. Los asesores del gobernador no disimularon su malhumor, porque el censo es competencia nacional y porque, unos minutos antes, habían estado reunidos en privado y no le había dicho nada al respecto.
Ocurre que, desde que se dieron a conocer los números, Britos, disconforme, no se cansa de repetir que "está mal decir que en Chivilcoy sólo viven 70765 habitantes. Hay 4000 extranjeros que no figuran en el padrón. Además, votan 67000 personas, significa que casi no hay menores de 16 años. Somos 80 o 90 mil, no lo digo yo, lo dice la propia gente". El número de habitantes es la base para calcular la coparticipación y otros montos de inversión de la provincia y la nación. Ese es el motivo del enojo del intendente.
La apuesta por la gobernación constituiría para Britos una muy oportuna “salida por arriba” ya que, a pesar de haber contratado cartelería de campaña, su tercera postulación a intendente no venía nada fácil. A nivel local se habla de desgaste y de problemas de gestión, vinculados a la “visión ABL” de los intendentes del pasado, contrapuesto al de los planificadores y gestores -”minigobernadores”- de políticas públicas de todo tipo -.
El mapa político de Chivilcoy muestra una interna de Juntos con varios postulantes, al randazzista Ariel Franetovic con intenciones de competir y a la diputada nacional Constanza Alonso, del Frente de Todos, trabajando también en un proyecto local.
Otro problema de Britos era la falta de un sucesor claro, problema bastante habitual en los vecinalismos. Es probable que, si al final sale por un acuerdo con Milei, recrudezca esa disputa: la boleta de Milei es bastante más competitiva que la boleta corta, a la que parecía condenado hasta ayer.