River se clasificó a los cuartos de final de la Copa Libertadores, luego de empatar 1 a 1 en el Monumental con Guaraní, al que había derrotado por 2 a 0 en el partido de ida. El rival de la próxima instancia saldrá del choque de hoy entre Atlético Mineiro y Jorge Wilsterman.
Había muchas expectativas por ver a este nuevo River, tanto por los refuerzos como por el esquema táctico implementado por Marcelo Gallardo a partir de la incorporación de Enzo Pérez. 4-1-4-1 fue el dibujo del Millonario. La paridad del comienzo la rompían los locales cuando podían darle velocidad a sus maniobras de ataque, como cuando sobre los 10 minutos combinaron Alario y Martínez y el zurdazo de éste fue sacado al corner por Aguilar. No obstante, el local lucía mejor en el plano defensivo, porque la abundancia de volantes no dejaba espacios para los atacantes visitantes y cuando alguna pelota sobrepasaba a la última línea aparecía Germán Lux, muy atento para cortar a las espaldas de sus zagueros.
El encuentro fue perdiendo nivel. Ninguno generaba situaciones claras. La excepción fue un desborde de Pérez. El empate en cero con el que se iban al descanso parecía lógico, pero el fútbol no lo es. Por eso Guaraní se puso 1-0 en la última jugada del partido, cuando Palau cabeceó en el segundo palo un centro que Lux no pudo cortar.
River salió a buscar el empate en el complemento, y lo logró rápido, después de que Chávez se perdiera el segundo para los paraguayos. La igualdad la marcó Alario, que empujó la pelota, sacando provecho de un borbollón sobre la línea de sentencia. A partir de ahí, el local controló el trámite, haciendo circular la pelota, y sin muchos sobresaltos obtuvo un resultado que lo puso en los cuartos de final.