El ministro de Seguridad de la provincia Claudio Brilloni reemplazó al jefe de Policía de Rosario Adrián Galigani y en su lugar designó al comisario Daniel Acosta. El recambio coincide con dos balaceras ocurridos en las últimas de ayer, a la comisaría 16° y a la sede del Order, que ya fue atacada en varias oportunidades) y con una saga implacable de homicidios que superó los 130 en lo que va del año.
Acosta será el undécimo jefe policial de la UR II desde que asumió el gobierno provincial Omar Perotti. Una curiosidad en esta oportunidad es que uno de esos 11 jefes fue el propio Acosta, a quien Brilloni repone en el puesto después de que en agosto de 2020 el ministro Marcelo Sain lo echara del cargo cuando llevaba menos de un mes de trabajo por haber mantenido conversaciones con dos ex funcionarios políticos del peronismo de los tiempos de Carlos Reutemann que estaban vinculados a la protesta de un sector policial en desacuerdo con un aumento salarial.
Acosta viene de estar al mando de la Unidad Regional VIII General López, con asiento en Melincué, y tiene una larga carrera policial. Ejerció como jefe de del Comando Radioeléctrico en Rosario, Funes y Granadero Baigorria, estuvo al frente de las comisarías 17ª y 24ª y fue inspector de zona 7ª y 2ª y fue subjefe de la Unidad Regional IV.
Si bien e ministro dijo en declaraciones públicas este martes que el recambio ya lo había conversado con Galigani la semana pasada, se anunció pocas horas después de dos nuevas balaceras casi simultáneas que se dieron en la noche del lunes, alrededores de las 20, contra edificios de fuerzas de seguridad en Rosario.
El primero fue un ataque a la seccional 16ª, de Ayacucho al 3300, en barrio Tablada, donde se produjeron detonaciones, sin que aún se haya podido reconstruir la mecánica del hecho.
Prácticamente a la misma hora balearon el Complejo Penitenciario de Rosario, conocido como Order, que está ubicado en bulevar 27 de Febrero al 7800. El edificio fue atacado en otras oportunidades, seis veces en concreto, ya que es lugar de entrada de los detenidos por orden judicial, lo que reafirma la hipótesis de que detrás de estos ataques a objetivos policiales o penitenciarios están las bandas cuyos jefes están detenidos.
En el caso del Order se identificó que los tiradores, dos varones, se desplazaban en moto. Se informó de al menos 6 disparos de pistola 9 milímetros.
En su raíd, los delincuentes dejaron una nota amenazante contra el Centro Penitenciario cuyo contenido no se difundió por razones de seguridad.