Las cinco representaciones de la ópera “Aida” de Giuseppe Verdi con las que regresó la ópera al Centro Provincial de las Artes Teatro Argentino agotaron las entradas gratuitas y convocaron a más de 8.900 espectadores, que terminaron aplaudiendo de pie. El retorno del género lírico fue posible gracias a la decisión del Instituto Cultural que conduce Florencia Saintout de reabrir la Sala “Alberto Ginastera” después de casi seis años. Esta sala había sido cerrada bajo el pretexto de un reacondicionamiento que nunca llegó y que continuó con un abandono que significó una parálisis casi total acompañada de filtraciones, inundaciones, vandalización, falta de iluminación en espacios comunes, talleres y camarines inutilizables. 

Luego de un proceso de recuperación integral valuado en más de $350 millones, la sala comenzó a recibir nuevamente eventos musicales y artísticos entre los que se encuentra la producción este clásico de la ópera mundial. Las artistas María Concepción Perre y María de la Paz Perre en dirección, María Marta Colusi en la escenografía, María José Besozzi en la coreografía y el vestuario de Stella Maris Müller estuvieron a cargo de esta superproducción con 150 años de historia que involucró en escena a más de 220 artistas entre cantantes, músicos, bailarines y figurantes. Entre ellos, intervinieron los tres cuerpos artísticos estables, es decir la Orquesta con la conducción musical de su titular Carlos Vieu, el Coro preparado por su actual director Santiago Cano y el Ballet.

Esta puesta también significó volver a poner plenamente en marcha a las artesanas y artesanos que componen las secciones técnicas del Teatro Argentino. Para montar esta ópera de más de dos horas de duración se confeccionaron 176 trajes, 165 sombreros, 176 pares de zapatos, siete capas, sesenta pelucas, 125 collares egipcios, veinte collares para las bailarinas, 200 brazaletes, cuarenta collares más para diferentes personajes y cuatro tocados para solistas. Se construyeron también un cetro, diez estandartes en forma de escarabajos, perros, barcas y círculos, cuarenta báculos con figuras de patos y flores, 28 escudos, seis ánforas, dos animales momificados, cuatro maquetas de balsas, una corona, un rollo de papiro, un banderín de guerra, la espada de Radamés y la bandeja para trasladarla. 

La Temporada Artística 2023 del Teatro Argentino continuará en junio y julio con el ballet “Romeo y Julieta” de Prokófiev. Luego, se incluirán dos títulos más de ópera: “Pagliacci” de Leoncavallo, que se ofrecerá en versión de concierto en agosto y “Falstaff” de Verdi, con representaciones a efectuarse en septiembre y octubre. Habrá también dos producciones más de ballet: ”Giselle” de Adam en agosto y “El Cascanueces” de Tchaikovsky en diciembre. Por último, se realizará un ciclo de diez conciertos de los cuales ya se realizaron tres.