El Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos, dependiente de la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires, lanzó una campaña en el marco del Día Mundial sin Tabaco, a celebrarse el 31 de mayo, que busca concientizar sobre los riesgos que genera el tabaquismo tanto en adolescentes como en jóvenes adultos. “Es indispensable sumar esfuerzos para acelerar la baja de los indicadores de tabaquismo en la Argentina”, explicó el licenciado Juan Gossen, director general en la Defensoría del Pueblo bonaerense y coordinador del Observatorio, quien llamó a “poner foco en contrarrestar las estrategias de las tabacaleras que apuntan a las y los jóvenes”.
Según los últimos datos de la Argentina de la Encuesta Mundial sobre Tabaco en Jóvenes, el 20,2 por ciento del total de estudiantes consume algún producto de tabaco, informó la Defensoría en un comunicado. “Tenemos que uno de cada cinco adolescentes escolarizados fuma. Si bien en las últimas dos décadas se registraron importantes avances en la lucha contra el tabaquismo, los indicadores siguen siendo preocupantes”, indicaron desde el Observatorio.
“Existe una baja percepción del riesgo; hay una falsa creencia de que los efectos perjudiciales de fumar aparecen sólo con el correr de los años cuando, en realidad, los jóvenes empiezan a sufrir distintas consecuencias de forma casi inmediata: disminución del rendimiento deportivo, aumento de la tos y pérdida de apetito”, señalaron desde la Defensoría. Y se advirtió sobre la promoción de los cigarrillos electrónicos y vaporizadores, que también realizan las tabacaleras.
Según se cita, un reciente informe del Ministerio de Salud de la Nación, que prohibió la importación, distribución, comercialización y publicidad en todo el territorio nacional de distintos tipos de cigarrillos electrónicos, estos dispositivos o PTCs “producen aerosoles con nicotina y otras sustancias químicas que son dañinas para la salud”.
La evidencia sostiene que son especialmente atractivos para niños, niñas y adolescentes, y su introducción en el mercado tiene el potencial de conducir a la iniciación tabáquica en jóvenes y adultos no fumadores, amenazando los logros ya obtenidos en materia de control de tabaco, concluye la Defensoría bonaerense.