"Esto muestra que la pandemia quedó atrás, pero hay mucho por hacer", dice a Buenos Aires/12 Alberto Sileoni, titular de la Dirección General de Cultura y Educación, como se llama en la Provincia el ministerio de Educación, al comentar el resultado de las las Pruebas Aprender 2022 en el Nivel Primario. Los estudiantes de sexto grado mostraron mejorías tanto en Lengua, donde el 75,9 por ciento alcanzó el desempeño "aprobado", como en Matemáticas, con el 58,7 por ciento de aprobados. Ambos indicadores se ubicaron por encima de los obtenidos en 2021, y mostraron índices de mejoría levemente por encima de la media a nivel nacional.
Si bien considera que los resultados de las últimas Pruebas Aprender son una “noticia interesante”, Sileoni no deja de advertir que “casi un 25 por ciento desaprobó en Lengua y más de un 40 por ciento en Matemática”.
La evaluación es coordinada por el Ministerio de Educación de la Nación.
La mejora en Lengua fue de casi 20 puntos respecto del 56 por ciento que aprobó en 2021. La Provincia se ubicó casi dos puntos por encima de la media nacional, que fue de 74,1 por ciento de aprobados.
Por el lado de las Matemáticas, el otro grupo de contenidos que se evaluó, los resultados también mostraron un ascenso en la cantidad de aprobados, aunque menor: 58,7 por ciento en 2022 contra 54 por ciento en 2021. En este caso, la provincia también quedó por encima de la media nacional, del 57,7.
La muestra estadísticamente representativa sobre la que se evaluó a la Provincia fue de 21 mil estudiantes de 479 escuelas. De las instituciones educativas seleccionadas, informan que el 84 por ciento fueron urbanas y el 16 por ciento rurales. A su vez, casi 54 por ciento fueron de gestión estatal y 46 por ciento de gestión privada.
Los contenidos evaluados en Lengua, detalla Sileoni, giran alrededor de la "comprensión lectora, que es algo en lo que insistimos mucho por la falencia que hay en nuestro sistema educativo". Dice que hay un texto "sorpresa" que puede ser literario o informativo a partir del cual se hacen preguntas al alumno con opciones para ver qué se comprendió y qué no.
En Matemática, explica el ministro que también hay problemas para evaluar el dominio de fracciones, números decimales y proporcionalidades. "Se trata de recuperar los contenidos de buena parte del recorrido que ha tenido la escuela primaria, teniendo en cuenta que son chicos de último año."
Sileoni explica que “en la didáctica de la matemática hay mucho para hacer”.
Respecto a la mejoría en Lengua, asegura que el retorno a la plena presencialidad fue algo fundamental para el avance en esta disciplina y que se materializa en los porcentajes alcanzados.
“Tengo pila de años como educador, y yo no podría enseñarle a leer a un pibe, porque es un trabajo fino que exige mucho conocimiento”, dice al resaltar la importancia de la especialización. Sin embargo, fija una postura: “Si un alumno lee pero no entiende, no lee, porque la lectura conlleva la comprensión".”
“Aprovecho para ahorrarle una crítica a la oposición", dice el ministro. "De ningún modo nos parecen números celebratorios.”
“Hoy se puede decir también que si no hay aprendizaje, no hay enseñanza”, analiza Sileoni. Desde su perspectiva, es valorable que dentro del sistema educativo argentino se esté desarrollando desde hace varios años la discusión que lleva hacia el centro de la escena a la enseñanza, porque “aprender no es sólo responsabilidad de los estudiantes”. “¿Cómo debemos garantizar que los pibes salgan de tercer grado leyendo con sentido?”, se pregunta a modo de ejemplo el ministro. Y sobre esto, aclara, no pasa por culpabilidades, sino de considerar a todas las partes como responsables del proceso.
La pandemia
Para Sileoni no hay duda de que el impasse de más de 20 meses que sufrió la presencialidad en las instituciones educativas afectó el aprendizaje. “Sobre todo con Lengua, que es construible de manera social”, indica. Bajo su línea de análisis, la pandemia produjo una enorme desigualdad según la edad, el género y el acceso a tecnologías. “Esto impacta en la comunicación”. Además, recuerda que en algunas comunidades era más difícil arribar al contacto, y toma como ejemplo la concentración urbana de la provincia en el Gran Buenos Aires, con el agravante de un alto índice de pobreza que “distorsiono y complejiza” aún más el trabajo.
Más allá de este escenario, el ministro explica que en el nivel primario la deserción es muy bajo, y más aún cuando se la compara con el nivel secundario. “La diferencia en las edades hace que los estudiantes más grandes quizás terminaban en otra actividad”, dice. Según Sileoni, “la tasa de abandono en la primaria es muy baja, lo que permite recomponer el vínculo pedagógico de forma más rápida.” Esto, agrega, posibilita que se pueda dedicar más tiempo a fortalecer el aprendizaje. Vuelve a trazar una comparación con la secundaria, donde hubo que dedicar muchas más horas a la recomposición de ese vínculo pedagógico. “Terminó la pandemia y en primaria casi vuelven todos”, remarcó.
A lo largo de la conversación no deja de enumerar aquellos factores que, según su mirada, condicionan los procesos de aprendizaje y que no deben pasar desapercibidos. Carecer de dispositivos tecnológicos cuando se necesitan, o de conectividad, no tener un espacio adecuado para estudiar, no contar libros en los hogares, o incluso la falta de credenciales educativas en los padres, “son factores que tiran para abajo, que están presentes en unos sectores y no en otros.” “Los niños y niñas, en el sentido técnico de la palabra que serían quienes tienen entre 0 y 18 años, son el 29% de la población de la provincia de Buenos Aires, pero representan el 40% de los pobres”, lanza con un tono que mezcla bronca y decepción.
A partir de este análisis, Sileoni pone en valor el rol del Estado y las políticas públicas que se ejecutan para balancear las condiciones de los niños. La entrega de libros en las primarias tanto desde el Gobierno Nacional como el Provincial permitieron “que un pibe se lleve un libro en la mochila, y no que solo quede en la biblioteca, lo que es un cambio enorme”. Desde la Dirección de Escuelas se entregaron, según indicaron, 2.400.000 kit de materiales didácticos y cuentos a alumnos y alumnas de nivel primario.
En lo que refiere a políticas públicas, resalta el Programa +ATR (Más Acompañamiento a las Trayectorias y Revinculación) que implicó clases y talleres a contraturno e incluso los sábados para quienes requerían reponer aprendizajes pendientes, entre septiembre 2021 y julio 2022. La continuidad de esta iniciativa estuvo en el Programa de Fortalecimiento de los Aprendizajes para el Nivel Primario, que implicó la presencia adicional de 3.000 docentes de intensificación de la enseñanza y maestras y maestros de alfabetización en 1.929 escuelas con vulnerabilidad socioeducativa media o alta.