Arte dulce y calórico

Desde jarrones griegos, romanos y etruscos hasta pinturas de Rubens y Parmigianino o -más cerca en el tiempo- obras de Diego Rivera, Tarsila do Amaral, Alice Neel y Lygia Clark: vasta y variopinta es la colección del Blanton Museum of Art, en Austin, donde actualmente se exhiben relecturas modernas del arte medieval o, por citar otra muestra en curso, fotografías de la comunidad chicana. Así las cosas, es por otro motivo por el que esta institución ha vuelto a ser noticia los pasados días: ¡habemus ganadoras del Blanton Bake-Off!, competición donde el museo invita a personas de todas las edades a inspirarse en alguna de sus obras para amasar réplicas comestibles. A gente aficionada a la repostería está dirigida esta iniciativa que busca que las delicias horneadas hagan honor a pinturas, esculturas, piezas antiguas…

“Este año las creaciones incluyeron pasteles de lima y merengue, tortas sin gluten, y una infinidad de postres y de combinaciones de sabores, inspirados en una amplia variedad de piezas artísticas; por caso el retrato de Farrah Fawcett (1980) por Andy Warhol; el busto Head of a Dancer (1933), de Richmond Barthé; la escultura Big Sleep (2019), de Genesis Belanger”, anota la revista Smithonian sobre una competencia tan popular que ya va por su cuarta edición. La primera fue durante la pandemia, a partir de una idea de Lizabel Stella, a cargo del contenido digital y las redes del museo, que encontró así el modo de que la gente siguiera enganchada con la galería, aún sin poder visitarla en persona.

Desde entonces se ha vuelto una dulce tradición anual que cantidad de pasteleros/as, o aficionados/as a este noble oficio, se anoten a esta competición que tiene recompensa: gifcards para panaderías y restaurantes locales, además de una membresía familiar para ingresar gratarola al museo. Esos fueron los premios que recibieron las flamantes ganadoras de las tres categorías en 2023: Catherine Chacón, de 12 añitos, por sus galletas azucaradas que emulan la obra Austin, de Ellsworth Kelly; la amateur Alex Abbott por su cheesecake con chocolate y naranja, a partir de Ablaze, de Melissa Miller; la profesional Mitzi Avila, por una torta de vainilla y confituras, que recuerdan a dos obras, Stacked Waters, de Teresita Fernández, y Siphonophora, de Thomas Glassford.