"La historia de Temperley es una historia viva, no es una historia muerta. Es una historia que la construimos desde el protagonismo, donde el vecino común y corriente, el hombre común y corriente es parte viva de la historia. No está escrita desde el punto de vista donde la historia está muerta, donde está estática, donde no tiene cuerpo. Está hecha por los protagonistas", afirma Leandro Juárez, uno de los creadores de "Temperley tiene historia", una cuenta de Facebook que recogió durante más de cuatro años la historia de su localidad más querida. Hoy, esa comunidad se convirtió en libro histórico y fotográfico que será presentado este domingo en el Club Social y Deportivo La Perla.
El proyecto comenzó a gestarse en 2019. En principio, eran simplemente un grupo de vecinos del barrio (Patricia Rodríguez, Manfred Heidecker, Fernando Navaridas y Leandro Juárez) que se juntaban a intercambiar fotos antiguas y charlar de la historia de la localidad. Como la gente a la que le contaban quería compartir sus propias fotos, decidieron armar un perfil de Facebook.
"Apenas empezamos a colgar las fotos ahí, más y más gente se empezó a asomar, se entusiasmó, empezó a no solamente mandar sus propias fotos sino a enriquecerlas. A partir de los comentarios de la gente, la foto sumaba mucho más contenido, más información. Ellos nos enseñan a nosotros, no al revés", afirma Leandro.
Para Leandro, la comunidad hace mucho más a las fotos que la foto en sí. "Viste que Facebook es un lugar frío, un lugar donde hoy en día la gente se esconde o donde no los podes percibir en la cotidianeidad. En este caso, sirvió como una herramienta para que la gente se una, se muestre. La mayoría de la gente en las fotos eran nenitos, chiquitos, o se habían dejado de ver con los vecinos y resulta que eran los mismos después de 40, 50 años. Y se encontraban por medio de nuestro Facebook", afirma.
Empezaron por los barrios por los que habían nacido, donde había gente conocida. Después fueron a las escuelas donde habían ido, a las sociedades de fomento, los clubes de barrio que habían frecuentado. Y encontraron de todo. El proceso del libro se dió naturalmente, gracias a la cantidad de comentarios que recibían de "¿para cuándo el libro?" o "acá ya tenés tantos libros". Pero lo que sabían desde el principio que querían hacer era contar la historia desde el punto de vista de los mismos vecinos.
"Cuando empezamos con la idea del libro, leímos los libros que hay de la historia de Temperley. Pero todos están construidos desde una mirada más desde la desde la aristocracia, de las clases poderosas. Acá está escrito desde el flaco que hizo la vereda, el que abrió la zanja para que el agua vaya para el lado del arroyito, los que fueron a buscar la luz", afirma.
Así es que los vecinos pueden reconocerse a ellos mismos en ese libro, y esa identificación produce una emoción única. "Los vecinos lo sienten y lo viven. De hecho, el libro se vende en una gomería. Y el gomero está chocho, porque en el libro salió una foto de su papá cuando abrió la gomería. Y dijo yo lo voy a vender acá porque soy parte, porque es nuestra historia, y se largó a llorar cuando se hizo cargo de eso. Así se va construyendo de una manera más vital, más latente. Hay muchas historias de esas", afirma.
Así como la historia del gomero, podríamos ya ver la tapa del libro, que retrata a una panadera famosa del barrio de La Perla. "Su familia, todo el barrio está contento de que ella sea la tapa. Están contentos porque salió su panadera", afirma Leando.
Su trabajo para el libro consistió en hilvanar esas historias reflejadas y sustentadas por fotos y organizarlas cronológicamente. Ambicioso temporalmente y en territorio, el libro comienza narrando la historia de localidad antes de la llegada de los españoles, desde los pueblos originarios que ahí residían, y la puja entre ambas sociedades. A partir de ahí, la historia de Temperley no se detiene: la matanza sobre los pueblos, las primeras iglesias, la civilización, el desarrollo industrial, la llegada del ferrocarril, los terratenientes, la construcción de los barrios. La historia del mundo es, también, a su manera, la historia de Temperley.
"Después de todo el desarrollo histórico, aparecen los verdaderos protagonistas, que son nuestras familias, nuestro nuestro entorno social. Nuestro presente", afirma Leandro.
El libro "Temperley tiene historia" comprende sobre todo el lado oeste de la localidad. En total reúne la historia de los barrios de Villa La Perla, Villa Cabred, Villa Sastre, Villa Galicia, Villa La Paz, Temperley Centro, Barrio Moderno, Villa Moderna y El Triángulo. Escuelas, censos, familias conocidas y no tanto, trabajadores, vendedores, lugares conocidos, el rol de los clubes y las sociedades de fomento. Toda la vida de todos está allí.
Cuando le pregunto si están pensando en armar algún tipo de archivo físico o museo, Leandro no se echa atrás, pero es realista. "Mirá, ideas no faltan", bromea. "Por ahora nuestro Facebook está abierto a quien quiera sacar fotos, usarlas de fuente, a nosotros no nos importa eso, que la gente se ayude entre sí".
Y me cuenta una historia para ejemplificar la sensación de comunidad tan fuerte que armaron. "Hace poco llamó una chica que está estudiando arquitectura, que parece que para hacer la tesis eligió la parte arquitectónica de Temperley. Ella sacó fotos de una casa que está totalmente abandonada, y estaba buscando información sobre esa casa. A través del Facebook, los vecinos se organizaron para darle datos de la casa y de pronto uno saltó y dijo che, por qué no hacemos acá un centro cultural. La gente va unificando sentires", concluye.
Los vecinos esperan que, con el apoyo de la municipalidad, la casona de Guido Spano y Fernández se convierta en el Museo de Temperley con el que tanto sueñan. Mientras tanto, podrán seguir discutiendo de estos y muchos otros sueños relacionados al archivo de la localidad que tanto aman este domingo a partir de las 16hs, en el Club Social y Deportivo La Perla (Indalecio Gómez 441, Temperley). A la presentación la acompañarán los músicos Martín Alvarado y Hernán "Fino" Mastromarini. Como un detalle, el título del libro va acompañado de un "Primera parte". Estaremos atentos.