Sevilla se consagró campeón de la Europa League al vencer por penales a la Roma (4-1) después de haber terminado empatado 1-1 en tiempo reglamentario. En el primer tiempo, el argentino Paulo Dybala, marcó un golazo para el triunfo parcial del equipo italiano dirigido por José Mourinho. Y en el segundo tiempo, el empate llegó a través de un gol en contra de Gianluca Mancini.
La final se jugó en el estadio Puskas Arena de Budapest.