Cultura Raíz es un espacio compuesto por más de treinta artistas divididos entre muralistas, músicos y escultores, quienes desde hace nueve años organizan distintas actividades con un objetivo en común: utilizar la cultura como una herramienta de transformación social. Con base en Merlo, este movimiento autogestivo busca promover las diversas aristas culturales de la localidad. “No nos imaginamos que iba a tener tanto impacto y repercusión, llegamos a un nivel de demanda donde las instituciones educativas quieren promover la cultura y la participación con una pared como herramienta de la educación popular”, le dice Fabiola Barriga a Buenos Aires/12

La sociedad de fomento Laprida, funciona como base para Cultura Raíz. Allí, este movimiento artístico brinda talleres de diversas actividades y organiza peñas para el barrio. “La transformación cultural es una batalla que todos nos debemos”, destaca Fabiola Barriga, una de las referentes del espacio que participa activamente desde hace tres años. En la sociedad de fomento, Cultura Raíz alienta permanentemente todo tipo de expresiones culturales, pero sus acciones no quedan solamente allí: las paredes de Merlo explotan de color.

Con el apoyo del programa “Ciudad Museo” Cultura Raíz realiza jornadas de muralismo que se proponen embellecer el municipio. El próximo fin de semana se realizará la quinta etapa de trabajo y con ella llegarán a los cincuenta murales en el barrio. Las obras buscan “promover la cultura nacional y latinoamericana”, señala Fabiola. “Pintamos próceres de nuestra tierra y músicos históricos, tanto de la cultura criolla, mestiza y afrodescendiente”, afirma y agrega: “En la cuarta etapa, se convocaron artistas más ligados a las esculturas, quienes expusieron sus obras a modo de muestra durante la realización de la jornada”.

En la etapa anterior de Ciudad Museo, en un barrio de casas bajas y sueños altos como el de Merlo, los artistas que componen Cultura Raíz pintaron 10 murales de manera simultánea en un radio de quince cuadras. El libertador Simón Bolívar fue representado en la Escuela Técnica N°2 de la localidad. A una cuadra de allí, la protagonista es Bartolina Sisa, la heroína aymara que luchó contra la invasión española. Su cara está rodeada de vasijas, colores y dibujos indígenas. Dos cuadras más allá, en el cruce con la calle Santiago del Estero, pintaron un colorido Martín Castro, compositor folclórico oriundo del barrio.

Dos veredas atrás, en Solanet y Formosa, Cultura Raíz homenajeó a Carmen Platero, actriz argentina de origen africano que luchó contra el racismo. En la esquina siguiente, en Solanet y San Juan, los pinceles plasmaron la imagen de la compositora chilena Violeta Parra. El abogado revolucionario de la provincia de Tucumán Bernardo de Monteagudo fue representado en actitud combativa en la esquina de San Juan y Laprida, mientras que la cara del cantante Roberto Goyeneche se posó a tres cuadras de ahí, en Laprida y Güemes. También fueron de la partida Jaime Torres, el activista afrodescendiente Enrique Nadal, cuya cara está acompañada por dos leones que rugen con fuerza, mientras que la imagen de la cantante centroamericana Chavela Vargas está acompañada por las banderas de México y Costa Rica, las naciones que la cobijaron.

“Buscamos promover a quienes marcaron nuestra historia y eso lo logramos a través de los murales, de los espacios de formación, de los encuentros, la escucha y el diálogo, que permitan que la gente se sienta contenida. Estamos convencidos y convencidas de que si no logramos visualizar la batalla política, económica y cultural estamos perdidos como sociedad. Para saber a dónde queremos ir, tenemos que saber cuáles son nuestras raíces y de dónde venimos”, dice Fabiola.

Fabiola también señala que el programa de murales no lo utilizan solamente como una herramienta pedagógica de la cultura popular, sino que aprovechan para aprender de la historia. “A veces, hay personajes que nosotros mismos, al pintarlos, no sabemos bien de su historia y nos interiorizamos mientras los realizamos, como Aimé Painé, Gabino Ezeiza y Josefa Tenorio”. Y para eso es fundamental el trabajo de articulación con la comunidad, especialmente las instituciones educativas “como el instituto de Formación Docente Nº29 de Merlo, donde se recorre cada mural con los estudiantes, se habla y promueve la educación popular desde ese lugar. También lo hacemos con jardines y escuelas”.

En relación a los jardines y las escuelas —tanto primarias como secundarias— a la hora de analizar la participación aparece una pregunta: ¿Qué niveles de interés depositan los jóvenes en las actividades culturales? En la actualidad, los hábitos ligados a la vida digital parecen distanciar al ser humano del contacto con el arte, sin embargo Fabiola asegura que generar espacios como Cultura Raíz es “un trabajo y un compromiso que nos debemos como sociedad”. Y agrega: “Si no tenés una escuela que te promueva el arte o espacios para que los estudiantes se expresen a través de la obra, su significado y todo lo que se puede llegar a trabajar desde la subjetividad de cada persona, se torna realmente difícil. Es un trabajo de hormiga, no es una transformación que se va a lograr a corto plazo. Por suerte, hay docentes que nos convocan para hacer murales en las escuelas o para promover el folclore. En cada pared hay un mapeo para que los estudiantes lleven adelante, y ese es un trabajo hermoso”.

El 5 de mayo pasado y ante unas 150 personas, los artistas llevaron adelante un proyecto de espacios de formación que se llamó “Escuela Popular Cultura Raíz” y el cierre de la primera edición estuvo a cargo de Teresa Parodi. Fabiola asegura: “La amamos porque la consideramos como una referente, fue nuestra primera ministra de Cultura de la Nación, que haya venido nos genera mucha satisfacción y emoción. Cuando vos tenés un proyecto o un sueño, ves que se concreta y encima se reconoce, eso es verdaderamente impagable. No hay sueldo te pague esa alegría”.

La realización es los murales está apoyada materialmente por Pinturería Orlando, un local de Merlo que los acompaña desde hace varios años. “Fuimos un día, le presentamos el proyecto, la pinturería dijo que sí desde un primer momento. Les genera tanto orgullo como a nosotros, y sin esa ayuda no lo podríamos hacer. Es un trabajo enorme el que hacemos”, cuenta Fabiola.

Hace algunas semanas, en el marco de impulso hacia la educación popular, fue aprobado un proyecto de la Universidad Nacional del Oeste de San Antonio de Padua. “En el Instituto Cultura Popular y Pensamiento Nacional, ubicado dentro de la universidad, realizaremos diferentes encuentros, donde la idea es promover la escuela Cultura Raíz", afirma Fabiola y cierra contundente: "tenemos un sueño colectivo: lograr la transformación de la cultura a través de estos proyectos y de una transformación personal para poder formarnos en muchas cuestiones que desconocemos. El objetivo más grande es generar y concientizar la importancia de volcar la militancia en la cultura, porque para el ser humano es una forma de liberación”.