El presidente de la Administración de Parques Nacionales (APN), Federico Granato, firmó un Memorándum de Entendimiento con la organización internacional Panthera Corporation con el objetivo de trabajar en conjunto para la conservación del yaguareté y los felinos silvestres, se informó hoy oficialmente.
La rúbrica del acuerdo entre el titular de la APN y el director ejecutivo de Panthera Corporation, se realizó en el Parque Nacional Baritu (Salta), donde Granato recorrió el área protegida y dialogó con la comunidad local.
"Es fundamental para la Administración sellar este acuerdo con Panthera Corporation, una organización importante a nivel mundial y reconocida por su trabajo en la protección de felinos desde un abordaje integral, disminuyendo amenazas y trabajando con las comunidades locales para mejorar la convivencia de ellas con especies como el puma y el yaguareté", señaló Granato.
El acuerdo busca reducir las amenazas que sufre el yaguareté a partir de la implementación de estrategias que integren el desarrollo de los pobladores locales y sus actividades productivas, señalaron.
La APN y la organización internacional trabajarán en proyectos conjuntos de conservación y manejo de felinos silvestres que se adapten a los objetivos institucionales de cada parte en áreas protegidas específicas.
Las instituciones evaluarán el estado de la población de felinos silvestres y el marco de las políticas de conservación actuales en Argentina para trabajar a través de programas de conservación de campo, cambios de políticas o la formulación de otras medidas específicas que protejan mejor a los felinos silvestres a nivel local o nacional.
En Argentina, recordaron, existen 11 especies de felinos destacándose la región del noroeste con una representatividad del 80%.
Desde el 2001, el yaguareté es declarado como Monumento Natural Nacional por su riesgo extremadamente alto de extinción en estado silvestre.
Se estima que su población actual es de alrededor de 250 individuos adultos y las principales causas de esta situación son caza furtiva, destrucción y degradación de ambientes, y la escasez de presas naturales.
En este sentido, se implementan diversos planes de monitoreo de las poblaciones de la especie en las áreas protegidas y sus zonas de amortiguamiento de las regiones de Yungas, Chaqueña y Selva Paranaense.