Las escuelas que fueron blanco de amenazas en los últimos días reanudaron su actividad, mientras avanza la investigación que anteayer deparó algunos allanamientos en Villa Gobernador Gálvez, pero el nuevo problema de la violencia urbana en Rosario no amainó, y empeoró en otro sector de la ciudad: Empalme Graneros.
Una balacera perpetrada el martes a la noche contra la comisaría 20ª, en Carrasco y Teniente Agneta, provocó que en la escuela lindera, la N°1182 "San Luis Gonzaga" sus autoridades decidieran suspender las clases en ambos turnos, según comunicaron en ese establecimiento al que concurren unos 700 alumnos y alumnas. Asimismo, las autoridades docentes ratificaron la decisión de mantener desalojadas las aulas que dan al frente del edificio, ante el riesgo latente de que uno de esos atentados mafiosos –ya ocurrió otro el 12 de abril– cause una tragedia.
Desde entonces, en esa escuela replegaron la actividad hacia el centro del edificio. Sus docentes señalaron ayer que la custodia fija de Gendarmería no siempre cumple con su misión allí, y al momento de la balacera contra el edificio policial no estaba.
En tanto, en las escuelas Leónidas Gambartes y Mariano Moreno, ambas en Paraguay al 1200, las clases se reanudaron con una discreta vigilancia policial luego de una semana de inactividad por la amenaza anónima que había recibido la directora del primero de los establecimientos educativos.