La forma de vida de la humanidad está poniendo en riesgo su supervivencia en el planeta y la de buena parte de las especies que lo habitan. Así lo evidencia este miércoles una publicación de Nature que, por primera vez en la historia, cuantifica científicamente el impacto que supone sobrepasar los límites planetarios en la salud de las personas y en la desigualdad social.
La publicación, realizada por más de 40 investigadores de todo el mundo e impulsada desde Earth Comission, estima que siete de los ocho sistemas de los que depende la vida humana ya han sobrepasado los límites físicos que implican problemas en términos de salud y justicia para la vida de las personas. Estos sistemas son el clima, la integridad funcional, los ecosistemas naturales inalterados, el agua superficial, las masas de agua subterránea, la contaminación por fósforo y el exceso de nitratos en los ecosistemas.
"Los indicadores biofísicos sirven para hacernos una idea de cómo están funcionando los sistemas que sostienen la vida, incluida la nuestra como seres humanos. Se han transgredido muchos límites con daños potencialmente irreversibles", explica Noelia Zafra Calvo, una de las autoras de la publicación e investigadora del BC3Research. "Lo más importante ahora es saber que es necesario trabajar para que las consecuencias de superar esos límites sean lo menos negativas posibles para los seres humanos y los demás seres vivos de la Tierra", agrega.
A nivel climático, el camino emprendido por los países para poner freno al calentamiento acelerado del planeta se presenta insuficiente. Los datos publicados hablan de que el objetivo de mantener la subida del termómetro global por debajo del umbral del 1,5ºC sólo rebajaría los impactos en términos de seguridad, pero no de justicia. Alcanzando esa cifra, más de 200 millones de personas –aquellas que ya son vulnerables, pobres y marginadas– podrían verse expuestas a temperaturas medias anuales sin precedentes. Además, en torno a 500 millones podrían verse expuestas al aumento del nivel del mar.
"Este número de personas supera con creces el principio ampliamente aceptado de 'no dejar a nadie atrás' y socava la mayoría de los Objetivos de Desarrollo Sostenible", dice la publicación, que fija el límite de temperatura para minimizar los impactos en la desigualdad global en 1ºC. "A menos que se produzca una transformación a tiempo, es muy probable que sea inevitable cruzar los puntos de no retorno y, en consecuencia, un impacto generalizado en el bienestar humano. Evitar ese escenario es crucial si queremos garantizar un futuro seguro y justo para las generaciones actuales y futuras", expone Johan Rockström, copresidente de Earth Comission, autor principal del informe y director del Instituto Potsdam.
Los límites del agua y de las reservas naturales
Se han sobrepasado también los límites de explotación y contaminación de elementos de la naturaleza que son imprescindibles para la vida humana. Los expertos calculan que, para minimizar los impactos de la crisis climática, se debe salvaguardar entre el 50% y el 60% de los espacios naturales. Sin embargo estos porcentajes están lejos de cumplirse, por lo que los ecosistemas están al borde de perder su integridad funcional, es decir, su capacidad de proporcionar funciones ecológicas beneficiosas para el ser humano y para el resto de especies que habitan en el planeta. La pérdida de biosfera repercute, por ende, en la extinción de especies y en la disponibilidad de recursos.
Por lo que se refiere a los recursos hídricos. Los investigadores estiman que, para garantizar la disponibilidad de agua y evitar la pérdida de biodiversidad, los ríos deben mantener una alteración máxima del 20% de sus caudales. A nivel global, sin embargo, solo el 66% de las corrientes fluviales cumplen con esta norma. Por lo que se refiere a las acuíferos, la publicación detalla que el 47% de las masas de agua subterráneas del planeta están en declive y lanza un mensaje que, desde una lectura en clave española, alude directamente a Doñana: "La extracción de agua subterránea debe reducirse urgentemente y las áreas de recarga deben protegerse para restaurar los acuíferos a niveles seguros".
"El sistema Tierra es un conjunto interconectado de procesos biofísicos que operan a través de regiones y escalas. Las interferencias en una parte del mundo pueden tener enormes repercusiones en otras regiones. Utilizar los límites del sistema Tierra como punto de partida para una acción holística y transformadora ayudará a una progresión justa y con un verdadero impacto hacia un mundo seguro y justo", ha valorado Wendy Broadgate, directora ejecutiva de la Comisión de la Tierra y directora del Global Hub Suecia de Future Earth.
"Transgredir los límites en algunos casos tiene impactos irreversibles, por ejemplo los que resultan en pérdidas de biodiversidad. Pero no son necesariamente un punto de no retorno. Cada fracción de calentamiento que logramos prevenir es valiosa. Eso es lo que toca entender: la inacción profundiza los daños y los costos a futuro; ya estamos sufriendo consecuencias por no haber actuado a tiempo, pero podemos evitar que estas afectaciones sean mucho peores, más intensas y más generalizadas", zanja Daniel Ospina, otro de los autores del informe.