La propuesta de dolarizar la economía que realiza Javier Milei enfrenta muchas críticas. Pero la duda más grande es cómo obtendría los dólares para implementarla. Ante los rumores de que para dolarizar se requiere una hiperdevaluación o confiscaciones de depósitos, los economistas Emilio Ocampo y Nicolás Cachanosky dieron detalles de como se implementaría la dolarización

Dado que las reservas internacionales no alcanzan, proponen tomar los demás activos del Banco Central (previo canje intraEstado para convertirlos en bonos en dólares bajo ley extranjera) y del FGS-Anses (“la plata de los jubilados”), junto a las acciones estatales de YPF y las recaudaciones futuras por retenciones a la exportación. 

Todos esos activos se colocarían en un fideicomiso en el exterior para funcionar como garantía para la toma de un crédito internacional. Con los dólares obtenidos de esa manera más las reservas internacionales del Banco Central se avanzaría en canjear los activos en pesos de la población por dólares.

Al respecto, incorporar las retenciones en el fideicomiso implica quitarle al Estado entre el 8 y el 10 por ciento de su recaudación. Serían garantía del pago de las deudas emitidas por el fideicomiso. Una operación que colisiona con el supuesto objetivo de equilibrar las cuentas públicas. 

Por otra parte, el canje de letras y adelantos transitorios del Banco Central (una deuda intraEstado refinanciable sin dificultad las veces que se quiera) por bonos en dólares es equivalente a una nueva emisión de deuda externa a corto plazo por un valor nominal aproximado de 70.000 millones de dólares, cuyo valor de mercado ronda hoy los 17.500 millones de dólares -aunque podría ser aún menor, dado que los precios de los bonos caerían al incrementarse su oferta-.

La solvencia del fideicomiso descansa básicamente en los ingresos por retenciones y en que el Estado pague los flujos de vencimientos por la deuda de 70.000 millones de dólares. Téngase en cuenta que la economía argentina no puede hacer frente a las deudas con el FMI y del canje con privados implementado por Guzmán, por lo que todos los analistas descuentan una nueva reestructuración. Entonces, ¿por qué imaginan Ocampo y Cachanosky que podría cumplir con un endeudamiento adicional de 70.000 millones de dólares que duplica los pasivos externos con vencimientos a corto plazo? Mucho más cuando esos dólares no se piensan utilizar para inversiones productivas que amplíen la capacidad exportadora y de sustitución de importaciones, sino por el contrario para distribuir billetes verdes entre la población como parte de un experimento dolarizador.

El desenlace previsible del experimento dolarizador sería que el fideicomiso entraría en convocatoria de acreedores por no poder cumplir con sus deudas. De esa manera, los acreedores se quedarían con la petrolera estatal y, a través de ella, con gran parte de las riquezas hidrocarburíficas de Vaca Muerta. También con las acciones y títulos del FGS de la Anses. Además de que se perderían todos los flujos futuros de ingresos por las retenciones a la exportación y se duplicaría la deuda externa. Un descarado asalto al patrimonio de l@s argentin@s.

@AndresAsiain