El Parlamento de Francia, con el voto a favor unánime del Senado, adoptó definitivamente este jueves la nueva ley que regulará la actividad de los influencers de internet, que contempla entre otros puntos la prohibición de difundir mensajes sobre cirugía estética o criptomonedas e impedirá la promoción comercial de ciertos productos y prácticas.
La iniciativa había recibido el miércoles por la noche el respaldo final de la Asamblea Nacional (Cámara baja) antes de pasar este jueves al Senado. En esta instancia legislativa, la medida obtuvo el voto positivo de los 342 senadores presentes.
El proyecto, que había partido de los diputados Arthur Delaporte (del opositor Partido Socialista) y Stéphane Vojetta (del bloque macronista Renaissance), dará a la profesión una definición legal e impedirá promover ciertas prácticas o productos considerados peligrosos o fraudulentos.
Los puntos más importantes de la ley que regula a influencers
Aquellas consideradas celebridades de internet en las redes sociales deberán tener en cuenta algunos puntos para la creación de sus contenidos en sus cuentas.
Entre ellos figuran la cirugía estética y las prácticas médicas no contrastadas científicamente, las suscripciones a apuestas deportivas o los productos que contengan nicotina.
Asimismo, habrá una restricción seria a la promoción de productos financieros o criptomonedas.
Por el momento, el alcohol no estará comprendido entre las prohibiciones.
Contratos, castigos y penas de hasta 6 meses de prisión
La nueva ley contempla otros aspectos de la actividad de estos usuarios de internet, como la necesidad de que haya contratos a partir de ciertas cantidades de dinero por sus servicios o la necesidad de tener un representante legal dentro de la Unión Europea para aquellos que operan desde fuera, según indicó el sitio Actualidad DW.
Los influencers que no respeten la normativa podrán ser condenados con hasta seis meses de prisión y 300.000 euros de multa, según el texto.
La iniciativa busca poner fin a los excesos de los últimos años, con influencers que promueven en redes sociales desde productos financieros complejos (en algunos casos, con acusaciones de fraude) a remedios para curar el cáncer sin respaldo científico.