A ocho años de la primera marcha de Ni Una Menos, este sábado está convocada una nueva movilización a partir de las 14 frente al Congreso. La consigna resume en pocas palabras las principales demandas: “Vivas, libres y desendeudadas nos queremos. Con este poder judicial no hay ni una menos”. La violencia machista que no cesa --según el Registro de Femicidios de la Corte Suprema en 2022 se registraron 252 víctimas letales de violencia de género--, el impacto de la deuda generada con el FMI durante el gobierno de Mauricio Macri y sus consecuencias en las economías familiares, la falta de respuesta y la revictimización de parte de la justicia frente a las denuncias de mujeres y diversidades, y el grave problema de la violencia económica que se expresa a través del incumplimiento de las cuotas alimentarias por parte de varones que se borran del cuidado de sus hijes estarán en el centro de los reclamos.
Además se exigirá --como en la primera marcha de 2015-- que el Estado garantice el patrocinio jurídico gratuito para las víctimas y la implementación efectiva de la educación sexual integral. También que se garantice el acceso a la IVE en todo el país, que no se criminalice a quienes acompañan a abortar, y una ley de reparación histórica para personas travestis y trans, entre otras múltiples demandas.
Como cada 3 de junio, la convocatoria se gestó en una serie de asambleas realizadas en distintos lugares con participación de organizaciones sociales, sindicales, partidos políticos, y sueltas. En ese espacio de discusión y organización colectiva se consensuó un documento que se leerá alrededor de las 16 desde un escenario, donde estarán familiares de víctimas, como Rocío Speratti Aquino, hermana de María Isabel Speratti, víctima de un femicidio anunciado ocurrido el 14 de marzo en la localidad bonaerense de Cañuelas. Finalizará la jornada de activismo con un festival musical, donde se escuchará a Sudor Marika y tocará una DJ.
El documento incluirá diferentes demandas. “Basta de femicidios, lesbicidios, travesticidios y transhomicidios”, será el primer pedido. Y se exigirá justicia por Speratti, pero también por otras mujeres asesinadas como consecuencia de la violencia machista como Micaela Rascovsky, y Florencia Galarza, cuyos ex quisieron hacer pasar sus muertes como suicidios; por Araceli Moreno, de 24 años, y Milagros, de 20, ambas militantes sociales y trabajadoras comunitarias, por Ferni Ayala, de 28 años, de nacionalidad paraguaya y mamá de un niño de 10 años, asesinada de dos balazos en el Barrio Zavaleta de Barracas en febrero de este año, por la periodista correntina Griselda Blanco --por cuya muerte, que también se quiso hacer pasar en un principio como suicidio, está detenido un empresario con quien ella mantenía una relacion--, entre otras victimas con nombre y apellido.
También estará presente el reclamo por la aparición de Tehuel de la Torre, el joven trans que fue visto por última vez en marzo de 2021 y por cuya desaparición están detenidos dos hombres; y se pedirá contra los abusos sexuales en la infancia.
Los malos tratos y la revictimización que sufren las personas que recurren al sistema judicial para denunciar violencias extremas será otro de los ejes del documento.
En ese sentido, se mencionarán los casos de Lucía Pérez y Anahí Benítez, como ejemplos donde los juicios se tuvieron que hacer más de una vez “porque se siguen juzgando las vidas de las víctimas más que los hechos que cometen los acusados, así como también se usan los prejuicios para armar casos con chivos expiatorios sin ir sobre los culpables”.