La empresa de microchips Nvidia acumula este año una ganancia en el precio de sus acciones del 175 por ciento. Uno de sus rivales AMD registra en el mismo período un incremento del 85 por ciento. Los inversores de Wall Street apuestan nuevamente por las principales tecnológicas globales. Estas empresas están en guerra por ofrecer los modelos de redes neuronales más avanzados. Se trata de compañías que tienen millones de usuarios y la expectativa de los inversores es que la inteligencia artificial revolucione la forma en que se ofrecen y usan productos.

Una de las apuestas de Wall Street que alimenta el boom de precio de las acciones es que dejará de hacer falta entrar a una aplicación o una plataforma para, por ejemplo, comprar la pizza que llegará por delivery. Simplemente se le podrá pedir a los nuevos chats de lenguaje natural que hagan esa y muchas otras tareas en nombre del usuario.

Para dar un ejemplo de la visión que pretenden construir las grandes tecnológicas puede observarse el caso de Microsoft. Anunció recientemente que su chat de inteligencia artificial estará integrado directamente al sistema operativo Windows (y se lo podrá usar para configurar la propia computadora).

Los anuncios y las expectativas que pretenden generar las grandes corporaciones no deben exagerarse y muchas veces sirve matizarlos porque la guerra de mercado que existe detrás es monumental.

El propio Bill Gates, dueño de Microsoft, se metió de lleno en esta disputa y aseguró que en poco tiempo no tendrá sentido usar un buscador web como el de Google ni ir a la aplicación de Amazon para hacer compras. Las palabras de Gates no fueron en cualquier evento sino en uno organizado por uno de los principales bancos de inversión del mundo, Goldman Sachs, en conjunto con el fondo SV Angel.

Más allá de las disputas entre las corporaciones, el furor por las tecnológicas en Wall Street parece alcanzar todos los rincones. Se puede ver con el rendimiento de índices ETF como ARK Innovation, que apuestan a compañías disruptivas en sectores como machine learning o robótica.

También puede observarse con la evolución de precios de empresas puntuales como Meta, de Facebook. A principio de año tenía un precio de 124 dólares por acción, una cifra que actualmente ascendió hasta los 274 dólares. Se trata de un avance de 120 por ciento medido en moneda dura. La matriz de Facebook por el momento no tiene un producto de inteligencia artificial que se haya vuelto masivo. Pero tiene a algunos de los investigadores más reconocidos del mundo en aprendizaje automático como Yann LeCun, y un presupuesto enorme destinado a desarrollar nuevas funcionalidades. Cuando las consiga, podrá incorporarla directamente a sus miles de millones de usuarios en WhatsApp, Instagram y Facebook.