"La pelea que tenemos es que el descontento no vaya hacia opciones de derecha o de ultraderecha", expresó la precandidata a presidenta del Frente de Izquierda Unidad, Myriam Bregman el jueves, en su paso por Rosario, donde compartió reuniones y apoyó a los precandidatos a gobernador, Octavio Crivaro y a intendenta, Irene Gamboa. "Hay que construir una alternativa de izquierda, nos tenemos que organizar, tenemos que volver a la calle. Nos pasa a las mujeres. El voto tiene que ser una expresión de eso y yo no minimizó el voto, porque me parece que no es lo mismo, si la izquierda hace una buena elección, la lectura que van a hacer desde el Fondo Monetario Internacional hasta los bancos de la Argentina no es la misma que si ven que está todo efectivamente corrido a la derecha", siguió la diputada nacional del Partido de los Trabajadores Socialistas, quien comparte la fórmula con Nicolás del Caño para las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias. "No queremos que esta vez la crisis la paguemos las mujeres, la juventud, los trabajadores, los jubilados", agregó la dirigente.
Bregman asegura que en sus recorridos por fábricas y lugares de trabajo, escucha siempre lo mismo. "No llego a fin de mes y me tuve que buscar otro trabajo fueron las dos frases que se repitieron. Eso te da una idea de cómo estamos viviendo", consideró. Consultada por el auge del consumo que se observa a simple vista, Bregman lo relativizó. "No te puedes comprar un auto, no te puedes comprar una casa, no te puedes comprar ni una moto. Bueno, el que tiene un mango, si se quiere ir a comer algo afuera, tampoco está mal, pero no es un símbolo de que la Argentina se está reactivando, sino de lo contrario", planteó la precandidata. Como muestra, tomó un informe del Instituto Cifra, de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA). "Ellos hicieron un estudio muy completo de cómo se fue agrandando la parte que se llevan los capitalistas en los últimos años y se va achicando la de la clase trabajadora. La transferencia de ingresos que hubo entre el gobierno de Mauricio Macri y el del Frente de Todos es de unos 80.000 millones de dólares, son casi dos veces el crédito con el Fondo Monetario Internacional. Es muchísimo lo que se sacó del bolsillo a los trabajadores y se les puso a los sectores más concentrados de la economía. Hay sectores que están ganando como nunca, pero el problema es que las mayorías populares están perdiendo, que es lo que nos interesa a nosotros", planteó la dirigente de izquierda.
A la hora de trazar prioridades, Bregman consideró que es necesario "pelear por trabajo genuino". Aseguró que si se reduce la jornada laboral a seis horas y se reparten las horas vacantes "entre aquellas personas que hoy integran un movimiento social, que hacen changas o que están directamente desocupadas, se podrían generar un millón de puestos de trabajo, solo aplicando esto a las 12.000 principales empresas, a las cerealeras, las petroleras, a las que más ganaron, a las grandes multinacionales.".
Para el Frente de Izquierda Unidad, ese es el debate que se debe instalar. "Si hay algo que han logrado es correr la agenda política tan a la derecha que es más fácil discutir si está bien vender un riñón, que como generas trabajo genuino. Eso no lo podemos naturalizar las mujeres, no podemos naturalizar que se haya borrado nuestra agenda, que pelear por un derecho sea utópico", apuntó.
Por su parte, Crivaro puso el eje en Santa Fe. "Es una provincia muy rica, pero la riqueza está concentrada en un puñado de empresarios de cerealeras y de dueños de tierras y sin embargo, vos tenés barrios enteros que se inundan con cada lluvia, toda una economía informal de personas que sólo pueden ser monotributistas, porque no acceden a un empleo digno", diagnosticó y afirmó: "Hay que discutir los puertos. No puede ser que los puertos y las cerealeras, que sabemos que es donde se devalúa nuestro peso, donde aumentan el precio de nuestro pan y donde entra la droga estén controladas por algunas multinacionales o por empresas como Vicentín".