Lanzado en busca de la candidatura de Juntos por el Cambio a la gobernación bonaerense, Diego Santilli salió a relucir un caballito de batalla de la derecha. El precandidato decidió apuntar contra las tasas que se cobran en la provincia de Buenos Aires. Señaló que hay unas 1200 y que quiere eliminar 500.
Para ello, se puso en campaña con un particular marketing. Se mostró en La Plata, junto con el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela y, para graficar la carga impositiva, ambos posaron junto a una gran mesa repleta de tazas.
“En mi gobierno se terminan las tasas absurdas que destruyen a las Pymes y a los emprendedores, la Provincia tiene que desburocratizar y terminar con los trámites inútiles que son una pérdida de plata y tiempo para los bonaerenses”, dijo Santilli junto a su merchandising de tazas para referirse a las tasas.
La medida propuesta es de difícil implementación: Santilli se postula para gobernador y las tasas son municipales. O sea, no se cobran todas en toda la provincia, sino algunas según el distrito (son 135 municipios) y la actividad. Con lo que cualquier innovación no pasa por el gobernador, sino por un intendente.
Esa es la gran diferencia con un impuesto, que es de alcance universal, mientras que la tasa se abona solamente si hay uso o consumo.
De hecho, Santilli ponderó a Valenzuela y a otros intendentes macristas, como Guillermo Montenegro (Mar del Plata), Julio Garro (La Plata) y Javier Iguacel (Capitán Sarmiento) por haber eliminado tasas. O sea, alabó medidas que no corresponden al Ejecutivo provincial sino al municipal. Mientras tanto, hace campaña con tazas que aluden a tasas.