En 2015, millones de mujeres cambiaron la historia del feminismo en Argentina y en Latinoamérica para siempre. Aquel 3 de junio, una consigna había nacido: ni una muerta más. En distintos puntos del país, las mujeres y disidencias marcharon en sus ciudades en contra de los femicidos, una nueva palabra que emergía para no irse más.
A ocho años de ese suceso y con el derecho al aborto legal, seguro y gratuito conquistado en 2020, el feminismo de las calles parece estar en recesión. Sin embargo, las cuestiones por las que el cambio se produjo continúan más vigentes que nunca. Según un informe especial elaborado por la organización feminista "La Casa del Encuentro", más de 2500 mujeres fueron víctimas de femicidios en todo el país desde la aparición del Ni Una Menos. A pesar de la aparición de la palabra y el profundo movimiento político que se produjo, las mujeres continúan siendo víctimas del peor final.
A nivel institucional, el poder ejecutivo logró construir un Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad. Imitando el gesto, la provincia tiene lo suyo: un Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual. ¿Cómo es el panorama y las acciones concretas que se realizan a ocho años del primer Ni una menos, si ponemos el foco en la Provincia de Buenos Aires?
Los últimos datos consultables son los del Tercer Informe Anual sobre Intentos de Femicidios, Travesticidios y Transfemicidios que abarca el período entre junio de 2021 y julio 2022, hace ya casi un año. Para la elaboración de la base de datos se tuvieron en cuenta, por un lado, datos sistematizados a partir de las llamadas efectuadas a la Línea 144PBA, y por otro, registros técnico-administrativos realizados por los equipos de la dirección provincial de Situaciones de Alto Riesgo y Casos Críticos.
Durante el período de estudio se abordaron 16.695 consultas de mujeres, lesbianas, travestis y trans en situación de violencia por razones de género. El 2,8 por ciento (481 consultas) manifestaron haber sufrido, al menos, un intento de femicidio, travesticidio o transfemicidio. El ochenta por ciento de las consultas donde se registró el intento de femicidio, travesticidio o transfemicidio tuvo como objeto la solicitud de información y/o asesoramiento, mientras que un once por ciento fueron por situaciones de emergencia.
Aproximadamente el setenta por ciento de los intentos de femicidios se concentran en quince municipios: La Plata 17; La Matanza 9; General Pueyrredón 8; Almirante Brown 5; Merlo, Florencio Varela, Lomas de Zamora y Moreno con un 4 cada uno; Quilmes 3; seguido por Presidente Perón, Berisso, Tigre, Avellaneda, Bahía Blanca y José C. Paz con un 2.
En relación a las franjas etarias de las víctimas, la mayor concentración de casos se presenta entre quienes tienen entre 25 y 44 años, que comprenden un 61 por ciento de las consultas.
El informe contiene, asimismo, un análisis cualitativo de casos considerados paradigmáticos: por un lado, en torno a la violencia sexual como desencadenante del intento de femicidio y, por el otro, de casos que evidencian la crueldad de las situaciones y las consecuencias subjetivas en las mujeres y feminidades
En el marco del aniversario del Ni una menos, estos datos se discutieron en el III Congreso “Estado Presente. Violencia Política y de Género: Desafíos de la Democracia”, realizada en el edificio Sergio Karakachoff de la Universidad Nacional de La Plata este jueves pasado.
Durante el transcurso de la jornada tuvieron lugar seis paneles y espacios de reflexión, en los que participaron figuras destacadas de la política feminista que debatieron en torno al rol de las mujeres, las violencias por razones de género y la violencia política.
“A 40 años de democracia, el desafío no sólo es erradicar las violencias por razones de género, sino también comprender que con la violencia política lo que se busca es recortar derechos” señaló Estela Díaz, ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual, quien detalló las principales herramientas desarrolladas desde distintos sectores de la Provincia para la erradicación de las violencias por razones de género.
Además, en el panel de cierre “Violencia política: posicionamientos feministas antes los riesgos de la democracia”, Díaz historizó la participación de las mujeres en distintas épocas y destacó los avances en materia de derechos de los últimos años: “En nuestro primer período de gestión, estamos haciendo los cimientos. Hay demanda social para que se construya política de igualdad de género. Tenemos el compromiso de saldar las asignaturas pendientes y construir un debate político sin violencia, algo imprescindible en el contexto en el que nos encontramos”.
No quedan dudas de que, en este año de una efeméride tan importante como la vuelta de la democracia, este tipo de deudas se hacen sentir. Todavía queda mucho trabajo por hacer en materia de igualdad de derechos.