La inflación de mayo se ubicaría en torno al 9 por ciento mensual, según estiman distintas consultoras privadas y centros de estudio. Luego del salto de abril de 8,4 por ciento y de marzo del 7,7 por ciento, la suba de precios parece haber encontrado un nuevo piso que para algunos analistas supone el inicio de “otro régimen inflacionario para lo que resta del año” y para otros "el riesgo de un desbande es mayor que hace un par de meses". Lo que sigue es un detalle de lo que puede venir.
En mayo se sintió de lleno el impacto de la corrida cambiaria de mediados abril que disparó los dólares paralelos y aceleró la devaluación del tipo de cambio oficial. Además impactó el ajuste en las tarifas de luz para el caso de los hogares de altos ingresos y de gas en todos los hogares y otros servicios regulados como prepagas, colectivos, trenes, taxis, subtes y premetros, peajes y combustibles. Estiman que el rubro de alimentos y bebidas volverá a mostrar un piso inflacionario alto, pero no acelerará respecto de abril.
Desde EcoGo indicaron que tras el rally alcista de las tres primeras semanas del mes, en la última semana los precios se dieron un descanso: subieron 0,4 por ciento mientras en promedio aumentaron 2 por ciento en las tres primeras semanas. Puntualmente la inflación en alimentos se estabilizaría en torno al 9 por ciento en el mes para esta consultora. Fue 10 por ciento en abril y 9,3 en marzo. En tanto EcoGo advierte sobre una nominalidad en alza para la dinámica general de precios: “Se consolida la inflación de 9 por ciento para el mes, marcando el inicio de otro régimen inflacionario en lo que resta del año y que probablemente derive en algún mes con un avance de doble dígito”.
El Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO) en su medición semanal de precios en los supermercados también mostró una desaceleración en la última semana de mayo: los valores aumentaron 1,4 por ciento versus 2,5 por ciento en promedio las tres semanas previas. Entre los distintos segmentos sobresalieron las subas en alimentos frescos y secos, un 7,3 por ciento en mayo en línea con la tendencia de meses anteriores, y electrodomésticos (7,6 por ciento) y productos para el hogar (6,5 por ciento) que crecieron impulsados por la suba de los tipos de cambio durante abril.
Por otro lado, para la consultora Econviews en mayo “la inflación puede dar arriba de 9 por ciento, la falta de anclas y la indexación consolidan un piso de 8 por ciento para el resto del año”. De acuerdo con la entidad que dirige el economista Miguel Kiguel, atravesamos una inflación "ochentosa". "Los desequilibrios monetarios y fiscales, mucho menores a los de esa década, no alcanzan para explicar la aceleración de 4-5 por ciento a 8-9 por ciento en los últimos meses. Ante un doble shock de oferta, la sequía y el cepo reforzado a las importaciones, los precios se ajustan para reflejar la escasez de dólares y el pass-through de los tipos de cambio paralelos a la inflación gana peso”. Entonces “aparecen los mecanismos de indexación y acortamiento de contratos que fortalecen la inercia”, agregan. “Las comparaciones con 1989 nos parecen prematuras, pero hoy el riesgo de un desbande es mayor que hace un par de meses”, concluye la consultora.
Por su parte, la visión del Departamento de Economía Política del CCC es contundente: “No hay que esperar que este gobierno vaya a resolver la inflación ya que enfrenta otros dos problemas que son importantes: la cuestión número uno son las reservas, para todos los que pensamos que la inflación está muy ligada al tipo de cambio oficial y este a la cantidad de reservas que existen, es lógico pensar que concentrando tantos problemas en el frente externo a raíz de la sequía la cuestión cambiaria tense la dinámica de precios, y en segundo lugar está la cuestión electoral porque la puja distributiva solo puede ordenarse con una política fuerte que implica sentarse con los actores desde una posición de poder que permita coordinar y alcanzar los consensos que son necesarios”. Y agregan una dificultad adicional que es “que todo el mundo sabe que es un gobierno que se va, entonces es más difícil imponer condiciones”. Esa dificultad se avizoraba el año pasado pero se desconocía entonces la gravedad de la sequía. “Hay que tener paciencia y va a ser un tema muy importante de campaña”, concluyen.
La consultora Ecolatina, por último, presentó su medición del IPC para el Gran Buenos Aires durante el mes de mayo y arrojó una inflación de 8,9 por ciento, el quinto mes de aumento consecutivo. En el año acumuló un alza del 42,2 por ciento y respecto a mayo de 2022 una suba de 117,4 por ciento. El principal determinante fue “el arrastre que dejaron los aumentos de la última semana de abril, motivados esencialmente por el salto en los dólares libres, que no fueron totalmente captados en el índice de abril, en conjunto con aumentos en tarifas de servicios públicos”.