Donald Trump dijo que lanzará “fuego y furia como el mundo nunca ha visto”. Corea del Norte prometió obtener su venganza “mil veces” en los Estados Unidos por cualquier ataque. ¿Pero está el mundo realmente al borde de una Tercera Guerra Mundial? Los expertos dicen que probablemente no, al tiempo que señalan que es fácil ver cómo podríamos llegar allí. Un consenso general es que las declaraciones del Presidente de los Estados Unidos son sólo burlas, aunque muchos enfatizan el hecho de que la burla tiene una desafortunada historia de provocar una guerra.
La nueva escalada es la última en un continuo aumento de las tensiones entre Pyongyang y Washington, y surgió después de un informe que afirmaba que Corea del Norte había desarrollado armas nucleares lo suficientemente pequeñas como para que enviarse volando hasta el continente y detonarlas allí. Después de eso vino lo que el prominente experto en control de armas Jeffrey Lewis ha descrito un “carnaval de belicosidad”.
La declaración de “fuego y furia” de Trump no tiene precedentes en las relaciones de Estados Unidos con Corea del Norte y es muy similar al tipo de retórica que emerge de Pyongyang. Corea del Norte al poco tiempo le contestó al bluff del líder estadounidense, anunciando que estaba explorando la posibilidad de atacar a Guam, un territorio estadounidense en el Pacífico que, entre otras cosas, alberga a bombarderos estratégicos.
Esta declaración parece haber sido formulada en respuesta a que dos bombarderos B1-B de Estados Unidos volaron sobre la península coreana el lunes, una repetición de una operación similar llevada a cabo en julio, y por lo tanto no en respuesta a la advertencia de Trump. Rex Tillerson, el Secretario de estado del presidente, se movió para calmar la situación y aconsejó al público estadounidense que no se preocupara.
El mensaje de frenar la escalada parece no haber influido en Trump, sin embargo, quien se despertó y tuiteó que el arsenal nuclear estadounidense era “más poderoso que nunca”, aunque añadió que esperaba no usarlo nunca. Sin embargo, el cambio del líder estadounidense hacia la beligerancia con Corea del Norte generó temores generalizados en torno a la perspectiva de un importante conflicto nuclear mundial, cuyas consecuencias inevitablemente verían la destrucción de grandes partes del mundo.
¿El mundo está por ser destruido por una guerra nuclear?
No, probablemente no, según los expertos contactados por The Independent. Los comentarios de Trump ofrecen un cambio significativo en la retórica que se intercambia entre Corea del Norte y Estados Unidos, pero por ahora parecen ser una retórica.
“Lo primero que diría es que no estoy seguro de que los comentarios del señor Trump cambien el cálculo fundamental en la península coreana, en el norte o en el sur”, dijo James Hannah, jefe adjunto del programa de Asia en Chatham House. “Lo que obviamente cambió es el factor Trump y de alguna manera emuló el enfoque de belicosidad de Corea del Norte”.
Incluso la voz del presidente es sólo una entre muchas –aunque sea la del comandante en jefe– en la Casa Blanca, y es por lejos la más agresiva. Rex Tillerson dijo que no había una “amenaza inminente” y que “los estadounidenses deberían dormir bien por la noche”, mientras explicaba que el Presidente había adoptado un tono tan conflictivo porque era el lenguaje que Kim Jong-Un podía entender. Eso no significa que no haya razón para preocuparse.
“Después de haber seguido a Corea del Norte durante mucho tiempo, me estoy preocupando más”, dijo Aiden Foster-Carter, investigador honorario de investigación en sociología y Corea moderna en la Universidad de Leeds. “Me preocupa que la retórica se salga de control en cualquier lado y esto lleve a un error de cálculo de algún tipo”.
El profesor Foster-Carter hizo hincapié en que no estaba sugiriendo que los comentarios de Trump o el enfoque estadounidense fueran algo como el de Corea del Norte, sólo que había un creciente grado de enemistad pública entre las dos partes. Corea del Norte demuestra mejor que cualquier otra nación que la fanfarronada es importante.
“Me preocupa la retórica suelta”, dijo Jeffrey Lewis, profesor adjunto del Centro James Martin para Estudios de No-proliferación. “Porque me preocupa que los aliados o los norcoreanos no comprenderán que es sólo una fanfarronada. Pero habiendo dicho eso, no creo que sea evidencia de que Estados Unidos va a atacar a los norcoreanos. De una manera extraña es tranquilizador porque está claro que él no sabe qué hacer; si tuviera algún plan para atacarlos, no estaría hablando de su plan para atacarlos. ¿Podría estallar el conflicto en algún momento en un futuro próximo? Quizás lo más aterrador de la situación es que esa pregunta es imposible de responder.