Millones de mexicanos votaron este domingo para elegir al nuevo gobernador del estado más poblado del país, donde el movimiento del presidente Andrés Manuel López Obrador buscaba quedarse con un triunfo clave a un año de las elecciones presidenciales. Tanto Delfina Gómez, la candidata del oficialista Morena, como Alejandra del Moral, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), salieron a proclamarse ganadoras de la elección apenas se cerraron las urnas. Un eventual triunfo de Gómez, como anticipan las encuestas, culminaría con casi un siglo de gobiernos ininterrumpidos del PRI en ese estado.
Delfina Gómez sumaba el 51 por ciento de los votos frente al 47 por ciento de Alejandra del Moral, aunque al cierre de esta nota apenas se había computado el uno por ciento de los resultados preliminares. Morena, que ya gobierna solo o en alianza en 22 de los 32 estados mexicanos, alcanzaría con el Estado de México una presencia territorial comparable a los años del PRI hegemónico.
También se celebraron elecciones en el vasto estado norteño de Coahuila, limítrofe con Estados Unidos, donde los votantes eligieron a un nuevo gobernador y a 25 legisladores del Parlamento local. A diferencia del Estado de México, aquí Morena atravesó una fuerte interna entre los precandidatos a la gobernación, lo que llevó a Ricardo Mejía, exsubsecretario de Seguridad de López Obrador, a romper la alianza oficialista y lanzarse como candidato por su cuenta.
El candidato morenista Armando Guadiana fue relegado a un lejano segundo lugar frente al aspirante del PRI, Manolo Jiménez, que ganaría cómodamente manteniendo el histórico dominio del partido en ese estado, de acuerdo a las encuestas y a los primeros resultados preliminares que le daban el 57 por ciento de los votos. Tanto en Estado de México como en Coahuila la participación rondó el 51 por ciento.