La Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) detuvo al médico Manfredo Enrique Jurgensen Caesar, condenado en Chile a ocho años de prisión por el asesinato de un militante político en 1979 –en plena dictadura de Augusto Pinochet–. El juez federal Ernesto Kreplak deberá analizar el pedido de extradición que cursaron las autoridades trasandinas.
El sábado por la tarde, Jurgensen estaba por abordar un vuelo de Lufthansa hacia Frankfurt, Alemania, cuando fue detectado por personal de la Dirección Nacional de Migraciones en Ezeiza. Intentaba salir con un pasaporte alemán. De acuerdo con lo informado por la Corte de Apelaciones de Chile, el represor de 79 años tiene doble nacionalidad –chilena y alemana–.
Mientras estaba demorado, en la misma tarde del sábado, Jurgensen se descompensó y fue trasladado al Hospital de Ezeiza. Según informaron fuentes con acceso a la causa, sufrió un paro cardiorespiratorio pero estaba recuperándose. Sin embargo, la situación delicada de salud hará que se demore más el trámite de extradición.
En enero pasado, la Corte Suprema de Chile elevó la condena de Jurgensen de tres a ocho años de prisión al considerarlo coautor del homicidio del docente Federico Álvarez Santibáñez, un militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) que fue detenido en agosto de 1979 y sometido a feroces torturas mientras estuvo en manos de la Central Nacional de Informaciones (CNI), organismo al que reportaba Jurgensen.
Durante cinco días, Álvarez Santibáñez sufrió tormentos en el cuartel Borgoño. Ante las denuncias de la Vicaría de la Solidaridad, los represores intentaron blanquear la situación del militante detenido y lo llevaron el 20 de agosto de 1979 a la fiscalía militar. Sin embargo, el hombre murió al día siguiente.
“La detención en Buenos Aires es una noticia importante para terminar con la impunidad en el caso del asesinato del profesor Federico Álvarez Santibáñez”, le dijo a Página/12 Francisco Bustos, abogado que interviene en el caso. “Estos fueron hechos que causaron gran conmoción, tanto que durante la propia dictadura se inició un procedimiento ético por parte del Colegio Médico y éste lo expulsó de la orden tanto a Jurgensen como a otros profesionales de la salud”.
Aun estando internado, Jurgensen designó abogado. Cuando esté en condiciones de tener la audiencia con el juez Kreplak, deberá informar si se allana para ser extraditado a Santiago de Chile para purgar la condena o si debe realizarse el juicio de extradición, lo que estirará los plazos. En Chile advirtieron que estaba prófugo a mediados de enero después de que su defensa intentara una serie de maniobras dilatorias como pedir que se le diera detención domiciliaria.