En México, tras el triunfo histórico en el Estado de México, el partido oficialista Morena gobierna 22 estados (de 32), mientras que el PRI pierde uno de sus bastiones, y mantiene solo dos estados en su poder, Durango y Coahuila, que en conjunto representan el 4% de la población.
El PRI gobernó el país norteamericano y todos sus estados durante siete décadas del siglo XX, hasta el 2000, y volvió a retomar las riendas del país en el sexenio 2012-2018 con el mandato de Enrique Peña Nieto, antecesor de Andrés Manuel López Obrador.
Para el politólogo Miguel Tovar, de la firma Alterpraxis, con esta victoria Morena logra un "sueño" de AMLO de erigir a Morena como el nuevo partido hegemónico de México. "Lo que vemos en Morena es esta necesidad de encontrarse en este poder hegemónico (...) Este nuevo PRI que es Morena ha crecido como espuma", dijo el especialista a la agencia AFP.
El Estado de México es uno de los más violentos del país, con alta tasa de homicidios y desapariciones en sus localidades más pobres, agraviadas además por la impunidad y corrupción de sus autoridades, pero también alberga grandes industrias (Nestlé, Ford) y atractivos turísticos como las ruinas prehispánicas de Teotihuacán.