De las 44 camas para internación crítica pediátrica en el Hospital Materno Infantil, se tuvo que aumentar 55 en medio del brote de casos de bronquiolitis que afecta, sobre todo, a niños y niñas menores de dos años. Ayer, del 120% de camas incorporadas para el cuidado de pacientes pediátricos, solamente quedaban dos desocupadas.
Andrea Ávila, la directora de Pediatría del Materno fue la encargada de informar y aclarar que el hospital está “saturado pero no colapsado”, dado que afirmó, se están dando respuestas.
Ante la eventualidad que se atraviesa a raíz de la cantidad de infecciones respiratorias por el virus sincicial respiratorio, indicó que se tuvieron que suspender licencias de algunos especialistas para que puedan volver a atender ante la emergencia que se atraviesa.
También se decidió suspender las cirugías programadas hasta tanto pase la situación actual. La médica advirtió que si bien el Hospital atiende a todos por igual, es necesario que quienes tienen obra social puedan concurrir a su médico pediatra de cabecera o a los centros sanitarios privados. Añadió que la cantidad de consultas no solo es en el Hospital sino en todo el sistema sanitario salteño y del país.
Desde el Hospital Papa Francisco (ubicado en la zona sudeste de Salta Capital) se concedieron 8 respiradores para seguir tratando los casos más críticos, que suele ser en niños y niñas que padecen alguna enfermedad congénita, o tienen otras condiciones que los hacen vulnerables a la infección.
Estacionalidad adelantada
El Ministerio de Salud de la Nación informó el jueves pasado que hubo una reunión en el Hospital Garrahan (de Capital Federal), con la participación virtual de más de 1.200 referentes sanitarios de todas las provincias. En la convocatoria se acordaron estrategias para contener el aumento de circulación del virus sincicial respiratorio, “que se adelantó a su estacionalidad y constituye el principal agente causante de casos de bronquiolitis”, indica el comunicado oficial.
La secretaria de Acceso a la Salud de la Nación, Sandra Tirado, indicó entonces que “epidemiológicamente tuvimos una situación distinta durante los años anteriores porque el covid reemplazó a otros virus y ahora estamos con esta gran circulación”. Se afirmó la necesidad de cumplir con la totalidad del esquema de vacunación para prevenir una infección entre los grupos de riesgo.
En el encuentro se señaló que el registro de casos comenzó a principios de marzo, consolidándose el pico en mayo cuando generalmente esto ocurre a mediados de junio. “Si se comparan los casos de virus sincicial respiratorio acumulados entre enero y mayo de los últimos 7 años notificados, se verifica que en 2023 se registra el 56 por ciento más más que en el año con mayor número de casos en el mismo período (2019)”, se indicó al tomar como referencia los meses de pre pandemia.
Más información sobre bronquiolitis
La bronquiolitis es una infección respiratoria aguda que ocurre con mayor frecuencia en los meses de otoño-invierno y afecta sobre todo a los menores de 1 año. Puede ser causada por distintos virus; el más común es el Virus Sincicial Respiratorio (VSR).
Los menores de 3 meses, prematuros y aquellos con problemas crónicos de salud (como las cardiopatías, las enfermedades pulmonares crónicas o el compromiso de la inmunidad), tienen más riesgo de presentar formas graves.
Si un niño o una niña presentan signos de dificultad respiratoria hay que consultar al equipo de salud para que sea evaluado.
Al no existir tratamientos para el virus (no hay jarabes ni antibióticos), es fundamental controlar que el compromiso respiratorio no afecte la oxigenación normal y asegurarse de que el bebé pueda alimentarse e hidratarse lo suficientemente bien, pese a la dificultad respiratoria.
Actualmente se dispone de un anticuerpo especial (llamado Palivizumab) que se aplica durante los meses del invierno, para prevenir internaciones en los niños menores de 1 año que fueron prematuros de muy bajo peso al nacer y en aquellos con cardiopatías congénitas.
Los síntomas de un niño o niña con bronquilitis son: respiración muy rápida, aleteo de la nariz; se le hunde el pecho o las costillas al respirar, se queja mientras respira, entrecorta la alimentación o le cuesta prenderse al pecho, está irritable o le cuesta dormirse. Tiene un color azulado en la piel, las uñas o los labios debido a la falta de oxígeno (cianosis): en este caso necesita tratamiento urgente.
Entre las recomendaciones se indica la necesidad de: mantener la lactancia materna, cumplir con el Calendario Nacional de Vacunación, no exponer a niños y niñas al humo del cigarrillo ni de braseros o estufas a leña, hgienizar frecuentemente, con agua y jabón, los elementos del bebé (chupetes, juguetes) y las superficies donde se lo cambia o donde se preparan sus alimentos. Practicar el lavado de manos frecuente, a las infancias y a convivientes, con agua y jabón. Se puede reforzar la higiene con alcohol en gel, ventilar los ambientes de la casa al menos una vez al día, mantener alejados a los bebés de las personas que están resfriadas o tienen tos. Si los cuidadores principales tienen alguna infección de las vías respiratorias deben lavarse las manos, especialmente antes de alzar, cambiar o alimentar al bebé. Pueden usar el tapaboca como medida de apoyo, para evitar el contagio por secreciones, no se debe colocar tapaboca en niños y niñas menores de 2 años. En niños y niñas con más riesgo de bronquiolitis grave (menores de 3 meses, prematuros, con enfermedades crónicas) no está recomendada la asistencia al jardín maternal.