Elián Valenzuela, conocido públicamente como L-Gante, logró conquistar a su público a través de su música y su particular estilo. Sin embargo, detrás de su éxito se encuentra un extenso historial con la Justicia que incluye varias denuncias en su contra.
Con más de 5.3 millones de seguidores en Instagram, L-Gante se convirtió es un referente del género urbano y logró trascender fronteras, pero su meteórico ascenso en la escena musical se vio ensombrecido por una serie de problemas legales y controversias que empañaron su imagen pública.
El más reciente de los problemas legales del cantante de cumbia 420 tiene que ver con una causa donde está acusado de haber amenazado y privado de la libertad a un joven tras una pelea a la salida de un boliche en General Rodríguez. Este martes, la fiscalía de Moreno, ordenó su detención, que fue realizada tras cuatro allanamientos, uno de ellos efectuado en el barrio privado Banco Provincia, situado en la localidad de Francisco Álvarez, en el marco de una causa por "amenazas simples, privación ilegal de libertad y amenazas coactivas agravadas por el uso de armas de fuego" y en la que será indagado en las próximas horas.
Pero esta no es la única denuncia que pesa sobre el cantante. En junio del 2022, L-Gante fue acusado de participar de una caravana realizada en homenaje a El Noba en la que se infringieron reglas viales.
Luego, en julio del año pasado, el artista fue citado a declarar en una audiencia preliminar a un posible juicio, acusado de haber violado la cuarentena impuesta por la pandemia de Covid-19 en 2021 para ofrecer un show en una fiesta clandestina.
Si bien en un principio la pena máxima contemplada para este delito era de dos años de prisión, en septiembre el cantante fue sobreseído de la causa tras argumentar que solo había sido contratado para trabajar y que la responsabilidad de cumplir con los protocolos sanitarios recaía en el organizador del evento.
Además, en febrero de ese mismo año, L-Gante enfrentó otra denuncia por abuso de armas y amenazas contra un vecino. Según los testimonios y un video que registró el incidente, el cantante se dirigió a confrontar a un individuo a quien acusaba de intentar robarle.
Durante la pelea, se vio al artista lanzar un golpe de puño y varios testigos afirmaron que portaba un arma de fuego, llegando incluso a disparar un tiro. Aunque el disparo no fue captado en el video, los testimonios y el hallazgo de una vaina de arma calibre 40 en la escena del incidente llevaron a L-Gante a ser imputado en este caso.
Asimismo, en septiembre del mismo año, L-Gante fue citado a declarar ante la justicia debido a un altercado que tuvo lugar en un evento en el hotel Hilton, donde se enfrentó físicamente con el representante de Yao Cabrera, un influyente polémico. Según los reportes, el cantante se vio envuelto en una pelea tras un intercambio de palabras y gestos violentos, generando un escándalo público.
Las (cuestionadas) letras de la cumbia 420
Además de las denuncias y problemas legales, a L-Gante también se lo cuestiona por su calidad artística y el mensaje que transmite a través de sus letras, donde hace referencias a la violencia, el consumo de drogas y la vida delictiva. Esto generó discusiones sobre la influencia que puede tener en sus jóvenes seguidores y la responsabilidad que debe asumir como figura pública.
Algunos argumentan que su adopción de la estética y el lenguaje propio de las villas argentinas es una forma de utilizar la cultura de los sectores marginales con fines comerciales, sin representar adecuadamente las realidades y problemáticas de esas comunidades.
Por otro lado, L-Gante también recibió el reconocimiento y apoyo de sus seguidores, quienes destacan su autenticidad y originalidad en la música urbana. Muchos lo consideran un exponente genuino de la cultura villera y valoran su habilidad para conectar con las vivencias y los desafíos de esos contextos.
Los problemas con la madre de su hija
En octubre del año pasado y luego de varios conflictos públicos, Tamara Báez, expareja y madre de la hija de L-Gante, le prohibió ver a la niña y lo demandó por “violencia económica, acoso, amenazas y hostigamiento”.
Luego de llegar a un acuerdo en cuanto al régimen de visitas, Báez y L-Gante se enfrentaron por la cuota alimentaria, ya que la ex pareja del cantante había alegado que este no se hacía cargo del mantenimiento de Jamaica.
La justicia terminó fallando a favor de la madre, estableciendo que L-Gante debía entregarle a Báez casi 1 millón de pesos en concepto de cuota alimentaria. El abogado de L-Gante apeló este fallo por considerar excesivo el importe.